El presidente catalán, Artur Mas, cree que la relación de la Generalitat con el Gobierno "no será fácil" y tendrá "muchas aristas", ante lo que Cataluña "sabrá defenderse", aunque su apuesta es la lealtad institucional y una relación fluida, por lo que ha designado como interlocutor a Josep Antoni Duran Lleida.

Mas ha intervenido este miércoles en el Parlamento catalán para informar en el pleno de la estructura y la composición de su ejecutivo, en un momento en el que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha alertado de que si el déficit de la Generalitat es muy abultado, deberá tomar medidas ante la posibilidad de que Cataluña vuelva a emitir deuda.

En este contexto, Mas ha explicado que, igual que CiU deberá hacer un "esfuerzo especial" en dialogar con el resto de fuerzas del Parlament al no tener mayoría absoluta, deberá hacer lo propio con el Ejecutivo central, cuya relación augura que "no será fácil".

"Hay muchas aristas en esta relación especial", ha apuntado Mas, algo que "ya se ve" ahora, tras las afirmaciones hechas este martes desde el Gobierno central sobre la situación financiera de la Generalitat, aunque ha expresado su determinación de que esta relación entre gobiernos "sea lo máximo de constructiva posible porque -ha añadido- los temas han de resolverse y eso en muchos casos requiere de su colaboración".

"Otra cosa es si se ponen bien -si se ponen de cara o son receptivos- y he de decir que no se ponen bien" en estos momentos, ha lamentado Mas. En este contexto, Mas ha justificado su decisión de que el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, haya sido designado el presidente de la parte catalana de las comisiones bilaterales con el Estado sin ser conseller porque, ha dicho, "puede beneficiar no sólo al Govern, sino al país".

"La situación de Cataluña es delicada, como para que no hagamos esta apuesta radical, y si queremos hacer una apuesta de colaboración y de relación fluida con el Gobierno central, esta apuesta debe ser desde el primer día", ha subrayado Mas. En este punto, el presidente catalán ha advertido, no obstante, de que si su apuesta "sale bien", se felicitarán, pero que "si no sale bien", se sabrán defender, aunque ha vuelto a insistir en su apuesta de colaboración institucional.