Vecinos de Mataporquera niegan que el fallecido maltratara a su pareja y traficara con droga

Un testigo vio llegar el coche al municipio seis horas antes de los hechos, aunque con un sólo conductor
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Distintos vecinos de Mataporquera, incluido el alcalde de Valdeolea, Ángel Calderón, han rechazado ante la Audiencia Provincial que Valentín F.F. maltratara a su pareja, que está acusada de su asesinato, además de que tuviera desatendido a su hijo de cinco años o que traficara con droga.

Estos testigos, propuestos por la acusación particular, han desmentido así los argumentos ofrecidos por Erica A.M., quien en el primer día de juicio ante la Audiencia de Cantabria declaró que su ex pareja la maltrató, violó, tiró por la ventana, además de consumir y traficar con drogas y no cuidar bien al hijo común de ambos.

Erica A.M. se enfrenta, junto a otros dos hombres, Jorge B.C. y Ángel Manuel R.M., que la acompañaron en su viaje de León a Mataporquera, a penas que oscilan entre los 53 y los 60 años de prisión. Su culpabilidad o inocencia la decidirá el Tribunal del Jurado.

Además, en la sesión de este miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, otro testigo, guardia de seguridad en la fábrica de Cementos Alfa, ha contado como vio llegar al coche en que se desplazaron seis horas antes de los hechos, aunque en su interior sólo vio a una persona. Eran las 16.30 horas, y los sucesos se produjeron en torno a las diez de la noche.

El alcalde de Valdeolea, Ángel Calderón, que es padre de la mujer que en el momento de los hechos era pareja de Valentín, ha recordado cómo el fallecido le contó que había recibido amenazas en su domicilio relacionadas con el proceso de custodia del niño, de quien ha rechazado que estuviera "desatendido" por su padre.

Y también se ha referido al momento en que la acusada abandonó el domicilio familiar. "Erica dejó al hijo en el colegio y se fue", ha afirmado este testigo, quien ha relatado cómo acudió a la casa cuando su hija le llamó y agarró de la mano a Valentín, que le pedía ayuda, hasta que finalmente murió.

Asimismo, Calderón ha explicado que el lugar donde se aparcó el coche en el que viajaron los tres acusados fue el que permitía una salida "más directa" de la calle.

Los testigos han coincidido en que el niño no estaba "desatendido, ni sucio ni mal alimentado", como aseguraba la acusada que le habían dicho sus amigos en el pueblo, y que había argumentado como motivo para su desplazamiento pese a que no le correspondía según el turno establecido de visitas. PENAS

El Ministerio Fiscal considera que estos hechos suponen un delito de asesinato del que acusa a los tres procesados. En el caso de la ex compañera, añade el agravante de parentesco con la víctima.

Así, para ella se piden 19 años de prisión, la inhabilitación para la patria potestad sobre su hijo y la prohibición de acercarse y comunicar con él durante 24 años. Para cada uno de sus cómplices, se pide 17 años de prisión.

Además, los tres deberán indemnizar al menor con 120.000 euros, y con 60.000 a otro hijo, de una relación anterior pero que vivía con el fallecido y entonces tenía 14 años de edad.

La acusación particular eleva estas penas a 20 años para los tres procesados, además de la prohibición de acercarse la menor durante 25 años e indemnizaciones que suman 225.000 euros. El juicio continuará hasta el martes de la semana que viene, en que el Jurado emitirá el veredicto.

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