Un padre sevillano absuelto por el Tribunal Supremo (TS) de la violación de su esposa, y que había sido condenado en primera instancia por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla a seis años de cárcel y el pago de una indemnización de 9.000 euros, ha admitido seguir sintiéndose "condenado" a pesar del fallo absolutorio porque continúa sin poder ver a sus dos hijos menores de edad después de "casi ocho años" e, incluso, éstos no quieren ahora mantener ninguna relación con él.

En declaraciones a Europa Press Televisión, José ha explicado, visiblemente afectado, que aunque el proceso judicial haya llegado a su fin y el Supremo le haya dado la razón, se sigue sintiendo "preso" del sistema. "Es como si no hubiera habido sentencia, ya que sigo siendo, 'entre comillas', culpable para el sistema por no poder recuperar a mis hijos", ha reprochado.

En este sentido, ha comentado que "desde 2003 hasta la fecha, casi ocho años" sigue sin ver a los menores, por lo que ha asegurado que le resulta "igual" que una sentencia le absuelva, cuando él ya mantenía que era "inocente", si "sigue sin haber Justicia" para recuperar a sus hijos.

Al hilo, ha expresado que lo único que pide, quiere y desea "realmente" es "que termine toda esta pesadilla, que se haga Justicia", poder ver a sus hijos con los que no tiene "ninguna relación" y "restablecer" su vida porque "cada día físicamente y psicológicamente" se siente "peor". "Es como una losa que te oprime y no le veo fin" a este proceso, ha señalado.

Asimismo, ha opinado que sus hijos deberían haber acudido a un médico especialista que estudiara el caso porque, como ha dicho, "se ha ido de las manos". "Sin justificación ninguna está llegando —el proceso— a unos términos injustificables que están acabando con mi vida", ha manifestado.

De hecho, este padre ha apostillado que no cree que recupere a sus hijos después de tantos años sin ellos y "todo el día diciéndoles: tu padre es tal y cual". "Es imposible", ha asegurado, al tiempo que ha lamentado que el mayor —que cumplirá próximamente la mayoría de edad— es "prácticamente un extraño" para él y la menor —que tenía "dos años" cuando empezó todo— no le conoce.

"seguiré luchando por mis hijos".

No obstante, ha asegurado que seguirá luchando por los menores "hasta el final" de su vida y por tener "alguna relación" con ellos, si bien ha perdido todas las esperanzas posibles.

"Me los han robado. Me han robado la adolescencia de mi hijo y poder estar con él como cualquier padre desearía, mientras que de mi hija me han robado toda su infancia, me han privado de su adolescencia y su futuro", ha indicado.

Asimismo, ha señalado que tiene "recuerdos, fotos y vídeos" de ellos que "jamás nadie podrá borrar", aunque ha reiterado que "es imposible" que se vea con ellos en un futuro.

Por ello, ha insistido en que va a luchar "de por vida" por sus hijos "aunque vea imposible recuperarlos", al tiempo que ha añadido que se afanará por la "igualdad de condiciones y el bienestar de los niños" porque "ni una madre ni un padre tienen derecho a manipular a los hijos ni a ponerlos en contra de uno u otro" progenitor.

En esta línea, se ha mostrado en contra de involucrar a los menores en los procesos judiciales y ha apoyado la idea de dejarlos "al margen de cualquier problema". "Lucharé eternamente porque queden al margen y la Ley debería ser la primera implicada en ese conflicto e impedir que los padres los separen" del otro progenitor porque los menores "tienen derechos".

Por último, se ha posicionado a favor de la Justicia "porque ha hecho cosas buenas", pero ha querido dejar claro que con él ha cometido "graves errores". De ahí que se sienta "maltratado desde el primer momento" a pesar de que no haya entrado en prisión porque, como ha afirmado, "es como si no hubiera salido".

"Me siento maltratado por la Justicia que me está haciendo mucho daño porque sin haber hecho nada y demostrarlo, se sigue sin asimilarlo. Me ha condenado y sigo condenado por ello", ha concluido.