La Policía Nacional ha recuperado a lo largo de 2010 unas 20 toneladas de cable de cobre y, por estos hechos, entre detenidos e imputados, se ha actuado sobre más de 60 personas, algunos especializados en esta modalidad delictiva e integrados en grupos organizados.

En una entrevista concedida a Europa Press, el comisario jefe de la Policía Nacional en la provincia de Córdoba, José Antonio de la Rosa, ha explicado que desde el año 2007 por la Dirección Adjunta Operativa del CNP se encuentra activado el Plan Operativo de respuesta policial al robo de cable de cobre con el objetivo de prevenir y erradicar esta modalidad delictiva que "afecta de manera grave a la prestación de servicios públicos básicos y a la seguridad ciudadana por la alarma social que lleva aparejada".

Según dice, a lo largo de 2009 y años anteriores se produjo una disminución de estos hechos, sin embargo desde finales de ese año y durante 2010 se ha producido "un importante incremento de sustracciones de cobre en instalaciones, en los postes de operadoras telefónicas o en arquetas de alumbrado".

En base al citado plan operativo, se realizan continuas intervenciones policiales, los agentes van a los centros de reciclaje, porque "lo que está claro es que el cobre se acaba vendiendo", asegura el comisario. Por ello, las actuaciones que desarrolla la comisaría provincial se centran en exhaustivas inspecciones en los establecimientos que se dedican a esta actividad, controlando los registros y toda aquella documentación relativa a las operaciones de compra y venta de material de cobre con identificación de procedencias y destinos.

De este modo, con las formalidades legales, intervienen el material que suponen que pudiera tener ilícita procedencia. También, la Policía mantiene reuniones con los responsables de las distintas empresas con la finalidad de intercambiar información, conociendo los lugares que son objeto de más actividad delictiva, controles preventivos disuasorios y establecer estrategias.

De la Rosa ha destacado que "la colaboración ciudadana es clave para combatir las sustracciones de cableado de cobre, por lo que ante la presencia de cualquier persona o vehículos sospechosos merodeando por instalaciones, arquetas de alumbrado público o descampados", dice que no hay que dudar en llamar inmediatamente al 091.

En su opinión, esto se está produciendo porque se trata de "un metal que tiene un valor en el mercado y tiene compradores" y, por tanto, "cuando hay demanda, nace la oferta; como ocurre con la droga, ya que si no hubiera consumidores, no habría traficantes".

Según señala el comisario, el cobre robado se exporta mayoritariamente a China, aunque "es una cuestión que afecta a muchos países por el valor que tiene". Y es que, como dice, "se ha pasado de algo que no tenía atractivo para los delincuentes, al hecho de que un kilo de cobre puede costar entre cuatro a seis euros, por lo que supone un beneficio económico importante en el que hay varios intermediarios —el autor del hecho, el del centro de reciclaje y el que exporta—".

El comisario dice que trabajan como grupo organizado y el que la reforma del Código Penal los incorpore permitirá una actuación "más eficaz contra esta forma de delincuencia, así como las nuevas fórmulas para combatir la multi-reincidencia". Según ha explicado, en lo que se refiere al hurto, "permite la elevación a la categoría de delito consistente en cometer tres hechos constitutivos de falta, así como la pena de prisión por la comisión reiterada por parte de un grupo criminal".

De este modo, espera que con estas nuevas medidas, las sustracciones se disminuyan. Pero también, "la reforma contempla la agravación del delito de hurto cuando se utilice a menores de 14 años y cuando se trate de objetos de primera necesidad o destinadas a un servicio público al ocasionar un grave quebranto o una situación de desabastecimiento", ha subrayado el comisario.