Desarticulada la 'banda del mono', dedicada al tráfico de drogas en Oviedo y Avilés

La Policía Nacional de Oviedo ha desarticulado la denominada 'banda del mono', una red dedicada al tráfico de drogas en Oviedo y Avilés. La operación se ha saldado con la detención de 14 de sus miembros, muchos de ellos unidos por lazos familiares y de amistad. Su jefe es uno de los delincuentes más conocidos del barrio de Ventanielles, en Oviedo. Se han intervenido 14.000 euros, balanzas digitales y 3.790 gramos de hachis y polvo blanco.

La Policía Nacional de Oviedo ha desarticulado la denominada 'banda del mono', una red dedicada al tráfico de drogas en Oviedo y Avilés. La operación se ha saldado con la detención de 14 de sus miembros, muchos de ellos unidos por lazos familiares y de amistad. Su jefe es uno de los delincuentes más conocidos del barrio de Ventanielles, en Oviedo. Se han intervenido 14.000 euros, balanzas digitales y 3.790 gramos de hachis y polvo blanco.

Se trata de la primera gran operación del año contra el tráfico de drogas. Sin llegar a ser considerada como un grupo organizado a gran escala, la 'banda del mono' se gestionaba como si se tratara de una pequeña empresa familiar. Su gran baza para ir sobreviviendo a lo largo del tiempo ha sido basar su negocio en la lealtad de sus miembros y en el relevo a la hora de ejercer su liderazgo por miembros siempre de la misma familia.

Este grupo cerrado estaba dirigido en estos momentos por un hombre conocido por el apodo de 'El mono', que había asumido el mando cuando su suegra, 'La churrera', había sido ingresada en la cárcel.

Al 'mono', M.F.J, de 49 años, natural de Oviedo y con domicilio en esta ciudad, le consta un largo historial delictivo con más de 17 detenciones en su haber, la mayoría por tráfico de drogas. Visitó la cárcel en varias ocasiones pudiendo ser considerado como uno de los delincuentes históricos del Barrio de Ventanielles.

El resto del grupo lo componían otros miembros de la familia (abuelos, hijos, hermanos o novios) y amigos. El círculo de amigos se había ido forjando a lo largo del tiempo en el barrio de toda la vida y en algunos casos llegó a hacerse más fuerte debido a que algunos de ellos compartieron en algún momento de su vida experiencias en la cárcel.

La vida de esta familia y la de sus allegados se ha ido tejiendo en torno al tráfico de cocaína y hachis, de tal manera, que uno de los hijos del 'mono' de 19 años y con antecedentes policiales, había comenzando a asumir funciones de responsabilidad para que, en caso de nuevas detenciones, pudiera proseguir con el negocio familiar.

Hace tres meses el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo, detectó que la suegra del mono 'La Churrera', A.M.D.M., de 53 años y detenida en 24 ocasiones, tras cumplir 10 años en prisión por tráfico de drogas, acababa de salir de la cárcel, volviéndose a incorporar con más ímpetu a la empresa familiar. Empresa de la que, por otra parte, nunca se llegó a desligar ya que siempre estuvo informada de su marcha.

La forma de actuar era prácticamente la misma. Presuntamente el yerno contactaba con su proveedor en Madrid y éste se encargaba de conseguir, en función de la oferta y la demanda del mercado, la clase de droga y la cantidad que necesitaban en esos momentos.

Un correo de plena confianza del yerno y de la suegra era el encargado de viajar en coche hasta la capital donde recogía el encargo. Una vez en Oviedo, la suegra era la responsable de su custodia en un piso del Barrio de Ventanielles hasta la llegada del 'mono' que se encargaría de comenzar a organizar las tareas de pesaje y envasado.

Con la droga preparada, sólo quedaba contactar con su grupo particular de vendedores, la mayoría del Barrio de Ventanielles, que se encargaban de trasladarse a Oviedo y Avilés, donde les esperaban sus inquietos clientes.

Las detenciones han sido organizadas de forma escalonada a lo largo de toda esta semana por el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo. Son catorce las personas detenidas, desde sus dos máximos representantes, hasta los correos, envasadores y distribuidores.

Se han intervenido 14.000 euros, balanzas digitales, 3.790 gramos de hachis y polvo blanco. Aunque las cantidades de droga intervenidas no son cuantiosas, la Policía destaca que los investigadores han conseguido la desarticulación de todo el grupo, "y lo que es más importante, se ha puesto en evidencia como todos viven por y para el negocio de las drogas, organizando toda su existencia a su alrededor".

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