Comisiones Obreras, tras conocer que el Índice de Precios al Consumo (IPC) subió 0,7 por ciento en Castilla-La Mancha en el mes de diciembre de 2010 en relación al mes anterior, no ha tardado en reclamar la "inmediata" aplicación de las cláusulas de revisión salarial de los convenios colectivos.

En un comunicado, asegura que los trabajadores deben recibir los atrasos de todo el año y calcula que hay aún en Castilla-La Mancha unas 60.000 personas con salarios de 2009, pendientes de 16 convenios colectivos bloqueados por las patronales.

"Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma más inflacionista del país", advierte CCOO, que asegura que frente a este dato, "no se sostiene el discurso y la actuación empresarial en la negociación colectiva de la región, pretendiendo ajustar los salarios más que en ningún otro lugar mientras que trasladan a sus productos precios abusivos". "Ese egoísmo y esa ceguera empresarial deben ser rechazadas social e institucionalmente", afirma.

Asimismo, indica que "al comportamiento empresarial se suman las decisiones gubernamentales con subidas abusivas e innecesarias de precios energéticos, IVA, impuestos al tabaco". De este modo, dice, "todo ello ha provocado una desviación del IPC estatal mucho más allá de las previsiones iniciales, que obstaculiza la recuperación económica y perjudica los intereses de los trabajadores y las clases populares".

Finalmente, indica que Castilla-La Mancha "está peor que la media y el factor diferenciador es el comportamiento empresarial". Frente a un IPC del 3,4 por ciento, a lo largo de 2010 el incremento salarial medio pactado en la región ha sido del 1,7 por ciento. Por ello, afirma que "la actualización de salarios es condición imprescindible para la reactivación económica".