Pese a que las autoridades no dejan de repetir que la enfermedad sólo podría llegar a Aragón a través de las aves migratorias y que los controles están siendo extremos, los ciudadanos no se fían. «Los clientes nos marean con preguntas sobre el pollo y al final no compran», señalan en otro establecimiento.

Subida de precios

En la Lonja Agropecuaria afirman que el precio del pollo es uno de los que más fluctúa durante todo el año, pero los carniceros creen que la aparición de aves muertas en Europa ha contribuido en gran parte a la última subida. El precio del pollo comenzó a aumentar la semana pasada (unos 20 céntimos el kilo) y los comerciantes se temen lo peor. «Ha subido porque había poco género, pero viendo el miedo de la gente tendrá que bajar en picado. Ya no compran ni pavo», comenta un carnicero del Mercado Central.

Y es que la mayoría de comerciantes consultados por 20 minutos afirman haber notado un descenso general de ventas. «Yo creo que la gente prefiere gastarse el dinero en viajes y caprichos en lugar de en comida y cada vez comen menos carne», señala un vendedor.

Vigilancia en los humedales

El Departamento de Medio Ambiente de la DGA está extremando las medidas de vigilancia en los humedales, según explicó ayer el consejero Alfredo Boné, y se ha establecido un protocolo para llevar a analizar las aves que aparezcan muertas.