El juicio contra Víctor Manuel Gómez Rivero, de 25 años de edad, por el atropello, ocurrido en la puerta de la discoteca Manhattan de Huesca, y en el que murieron dos personas y otras ocho resultaron heridas, ha quedado visto para sentencia, tras la sesión celebrada hoy en la se han presentado las pruebas periciales y las distintas partes han leído sus conclusiones. La ingesta de alcohol y drogas y la velocidad excesiva a la que conducía el joven, han sido las causas que provocaron el accidente, según los peritos.

La Fiscalía ha sostenido la intencionalidad en los hechos, por parte del acusado, y la defensa, la imprudencia de la acción de su patrocinado. Así lo han argumentado hoy en la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Huesca, donde se han vivido momentos muy tensos, con un intento de agresión a Víctor Manuel Gómez por parte de un familiar de una de las víctimas, quien ha tenido que ser desalojado de la sala.

También, cuando el procesado abandonaba la Audiencia de Huesca, familiares y amigos de las víctimas le han increpado e incluso la Policía ha tenido que actuar para protegerle.

El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Huesca, Felipe Zazurca, se ha referido, en su informe de conclusiones a una conducta "grave, delictiva e intencionada" por parte del acusado y ha rechazado, en todo momento, que se haya tratado de un "choque desgraciado o de un accidente fortuito".

Zazurca ha tenido en cuenta la velocidad excesiva del coche, el alcohol y drogas consumidas por Gómez, su comportamiento a lo largo de toda la noche y el lugar del suceso para acreditar que "los hechos que ocurrieron en la Manhttan no fueron casualidad".

El representante del ministerio público, cuyas argumentaciones y conclusiones ha sido apoyada por las acusaciones particulares, ha insistido en el dolo e intencionalidad de la acción, por lo que ha solicitado un total de 34 años de cárcel, por dos delitos de homicidio, siete de lesiones y una falta de lesiones, además de una pena de privación del permiso de conducir vehículos a motor y ciclomotores durante diez años.

Por su parte, la defensa, ejercida por el letrado Javier Notivoli, ha sostenido que lo ocurrido el 28 de julio de 2007 ha sido una imprudencia, que se cliente "perdió involuntariamente el control del coche". Notivoli, quien no ha entrado a discutir la autoría de los hechos, ha asegurado que no comparte el hecho de aplicar el concepto de dolo eventual.

Es decir, la principal diferencia entre ambas partes es que, mientras la defensa ha argumentado en su informe de conclusiones que el atropello estuvo motivado por una imprudencia, las acusaciones han estimado que ha habido 'dolo eventual.

El abogado defensor ha pedido 5 años y 9 meses de cárcel por dos delitos de homicidio por imprudencia, dos delitos de lesiones por imprudencia graves, cinco delitos de lesiones por imprudencia y una falta de lesiones, además de un delito contra la seguridad vial.

La vista contra Gómez Rivero se ha celebrado esta semana y se ha iniciado con su declaración, en la que ha reconocido la autoría de los hechos, aunque ha precisado que no tenía intención de matar. En la última sesión del juicio ha mostrado su arrepentimiento.

Durante estos días, se ha juzgado al procesado por conducir, en estado de embriaguez y tras haber consumido drogas, a 110 kilómetros por hora un vehículo, con el que arrolló a las personas que a las 6.30 horas de áquel 28 de julio se encontraban agrupadas a la puerta de la discoteca oscense.

Pruebas periciales

La pérdida de control del vehículo, debido a un exceso de velocidad, ha sido considerada la causa del atropello múltiple por el que ha sido juzgado Víctor Manuel Gómez Rivero, quien padece un trastorno antisocial de la personalidad, que no se circunscribe a ninguna enfermedad psicótica.

Así ha quedado reflejado en los informes periciales elaborados por la Guardia Civil y por especialistas en Psicología, que hoy han ratificado en la última sesión del juicio.

La Guardia Civil ha apuntado en su informe que el exceso de velocidad, más de 126 kilómetros por hora antes de entrar en la curva que da acceso a la discoteca y 110 kilómetros hora posteriormente, hizo al procesado, que además estaba bajo la influencia del alcohol y drogas, perder el control del coche.

Por su parte, los psicólogos del Instituto de Medicina Legal de Aragón que han tomado parte en esta última sesión del juicio han ratificado su informe sobre Gómez y han dicho que no padece una enfermedad psicótica, sino un trastorno antisocial de la personalidad.

Una conclusión a la que han llegado tras haber valorado, entre otros, aspectos de su trayectoria, que según han dicho, confirman que ha tenido problemas de adaptación a las normas familiares, escolares y laborales.

Médicos forenses, por su parte, se han ratificado en sus informes sobre las autopsias de los cadáveres y estado de los heridos. Tras referirse a las lesiones de impacto y arrastre sufridas por las personas que fueron atropelladas, han indicado que a causa del mismo Ángel Javier Pérez falleció instantáneamente y Benito Joaquín Ríos murió mientras era trasladado a un hospital.