La FNYH ha reforestado 14 hectáreas de la Montaña Pasiega e incrementado un 22% los ejemplares de rebeco

La Fundación considera que esta zona no es compatible con el desarrollo eólico
Cabañas pasiegas
Cabañas pasiegas
FNYH
Cabañas pasiegas

El proyecto integral de mejora y conservación que la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH) desarrolla en la Montaña Pasiega ha supuesto en los dos últimos años la plantación de 10.000 ejemplares de árboles autóctonos en 14 hectáreas, el incremento del 22 por ciento de ejemplares de rebeco y el seguimiento de 300 parejas de aves rapaces, entre otros logros.

El proyecto, en el que trabajan diez personas, cuenta con un presupuesto de 600.000 euros y está financiado en un 90 por ciento por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), así como por el Gobierno de Cantabria, a través de las consejerías de Medio Ambiente y Empleo y Bienestar Social.

El objetivo de esta iniciativa es el desarrollo socioeconómico real de la población y el mantenimiento de las tradiciones autóctonas mediante el restablecimiento a un estado de conservación favorable de los hábitats forestales, de las especies silvestres y domésticas de la fauna y de la flora de interés en el conjunto de la montaña.

El presidente de la Fundación, Carlos Sánchez, ha hecho balance en rueda de prensa de los resultados conseguidos en los años 2009 y 2010 con este proyecto, denominado 'Naturaleza y hombre en la Montaña Pasiega', que abarca una zona de 45.000 hectáreas dentro de este área de más de 120.000 hectáreas, que se extiende por las comunidades de Cantabria, Castilla y León y País Vasco.

Sánchez, que ha estado acompañado por la jefa de área de Red Rural Nacional, Marta Angoloti, en representación del MARM, ha destacado los excepcionales valores naturales, etnográficos y paisajísticos de la Montaña Pasiega, donde la fundación viene trabajando desde el año 1999 con una estrategia que pretende su declaración por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

Este reconocimiento es una posibilidad que se contempla también en el plan especial para este territorio redactado por la Consejería de Ordenación del Territorio, aunque todavía no aprobado, y que ha contado con la colaboración de la Fundación, ha explicado Sánchez, quien ha defendido la necesidad de que se apruebe dicho plan para poder obtener la citada distinción de la Unesco.

Al hilo de ello, y a preguntas de la prensa, ha señalado que para la Fundación el desarrollo eólico no es "compatible" en esta zona, por su valores paisajísticos y de biodiversidad, por lo que la considera una de las "áreas de exclusión".

Sánchez ha destacado al respecto que las 45.000 hectáreas que el proyecto abarca tienen un "valor excepcional" y es un área que "debe quedar libre" de instalaciones éolicas si se quiere promover como Patrimonio de la Humanidad. Ha precisado que las zonas fijadas por el Gobierno regional para el desarrollo eólico "bordearían" esta zona, si bien cuando "salgan los parques" será el momento de hacer los oportunos planteamientos.

Resultados del proyecto

En cuanto al proyecto desarrollado en 2009 y 2010, tiene como objetivo llegar a las 20 hectáreas reforestadas a finales de 2011. También se han realizado labores de mantenimiento en otras 70 hectáreas replantadas por la Fundación desde 2001 en la red de Fincas del Alto Pas Miera.

Una gestión que, según ha explicado Sánchez, se efectúa siguiendo métodos tradicionales como la siega de verano con el desbroce de las lindes, la muda o el pastoreo de razas domésticas autóctonas, como el caballo losino, la vaca roja pasiega, el burro español y la oveja lacha.

Además, se han identificado 12 poblaciones de especies botánicas que apenas es posible encontrar en otros lugares de la cordillera cantábrica.

En cuanto a la fauna, entre las 300 parejas de aves rapaces identificadas y monitorizadas figuran buitres, el halcón peregrino y el alimoche, especie en peligro de extinción.

Incremento de rebecos

No obstante uno de los mayores logros del proyecto ha sido el incremento de los ejemplares de rebeco en un 22% desde el año 2009. Actualmente hay censados 95 ejemplares y se ha constatado la "exitosa" adaptación de las 19 crías nacidas durante 2010.

También se está estudiando el nivel poblacional del corzo en los cotos de Soba, Solórzano y Ramales de la Victoria, realizando una importante labor de sensibilización en la Mancomunidad de Cotos del Asón. Guardias de la Fundación han asistido a más de 50 cacerías celebradas en la zona para comprobar la documentación de los participantes y asesorarles sobre la minimización de las molestias a la fauna silvestre durante las batidas.

Restauración del patrimonio cultural

Otro de los ejes prioritarios del proyecto ha sido la recuperación del patrimonio pasiego, rehabilitando el interior de dos cabañas de San Roque de Riomiera usadas por el ganado y la restauración de la lobera del Alto del Caballo en espinosa de los Monteros (Burgos). Asimismo, se está reconstruyendo otra cabaña en Arredondo, que servirá como refugio para los montañeros a partir del próximo verano.

En 2011 se recuperará también el poblado de Castromorca, en Espinosa de los Monteros, un enclave del siglo XVI que supone el primer testigo de poblamiento pasiego en la zona, ha destacado el representante de la FNYH, puesto que sustituye la estructura pastoril anterior por la construcción rectangular, con tejado de dos aguas con lastras.

Sánchez ha destacado también el carácter global de educación ambiental que está presente en todo el proyecto, y ha señalado que desde su inicio, 200 escolares de Cantabria y de Burgos han realizado la "muda" (traslado entre cabañas) con las ovejas y las vacas de la explotación de la FNYH.

Igualmente se han reforzado las instalaciones del Ecomuseo-Fluviarium de Liérganes, que alberga especies marinas y fluviales de la Montaña Pasiega y recoge un museo de los usos tradicionales de la zona, que sólo en 2010 recibió la visita de 10.000 personas.

Valores y retos

Para Sánchez, entre los principales valores de este área se encuentra el agua, ya que más del 50% de la que abastece a Cantabria brota en ella; su paisaje y etnografía; y sus numerosas cavidades subterráneas, con más de 5.000 cuevas.

Entre las amenazas que sufre este enclave ha señalado la pérdida de la pradería tradicional y de elementos etnográficos, y la transformación no regulada de cabañales, entre otros. Ha explicado que la despoblación tiene "mucho que ver" en ello y está provocando el "cambio de propiedad" hacia un uso nuevo, la segunda residencia, que no es malo de por sí "pero sólo se está dando ése", por lo que hay poca incorporación de nuevos ganaderos a este territorio, lo que supone población muy longeva y desestructuración social.

A estos aspectos se suman ahora problemáticas como la de conservación del paisaje. "No vemos compatible el desarrollo eólico en esta zona", ha dicho. Como retos para 2011, ha citado continuar la reforestación y la recuperación de la fauna, entre otras.

Por su parte, la representante del MARM ha señalado que en los últimos años se están potenciando desde el Gobierno trabajando en iniciativas como la de la Montaña Pasiega, para las que es "imprescindible" contar, como en este acaso, con personas e instituciones que trabajan en el medio rural.

Ha explicado que la Red Rural Nacional se creó como "plataforma" para este tipo de iniciativas, contando con todos los agentes sociales y administraciones implicadas. Dentro de ella se enmarca esta convocatoria que financia proyectos de asociaciones sin ánimo de lucro y que, como el de la FNYH, sirven para crear empleo y oportunidades de desarrollo en las zonas rurales.

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