Un grupo de más de medio centenar de trabajadores de empresas auxiliares y de Unión Minera del Norte (Uminsa) se manifestó hoy ante las oficinas del grupo empresarial Alonso en Ponferrada (León) para protestar por los 82 despidos.

La medida de presión irá acompañada con una huelga en todos los grupos de producción de carbón de Uminsa, según adelantaron hoy los sindicatos mineros.

Las federaciones nacionales de los sindicatos FIA-UGT y CC.OO. han adelantado que exigirán al Ministerio de Industria en la reunión que tienen prevista para el día 24 de enero que se readmita a estos trabajadores, a los que se les implicó en un ERE temporal y que, sin embargo, recibieron cartas individuales de despido.

El presidente del comité de empresa de Uminsa, Guillermo Sánchez, puso hoy de manifiesto en la protesta ante las oficinas de la empresa que los despedidos pueden ser "el principio de una sangría que puede ir a más".

Sánchez asegura que la empresa se basa en la reducción de la producción en el 12% propuesta por Bruselas, pero estima que esta cuestión hay que negociarla, dado que no se puede estar sufriendo esto continuamente, puesto que el año que viene la reducción de la producción será mayor.

"Hay que frenar esta situación cuanto antes y antes de que vaya a más, y la única manera de hacerlo es ante el Ministerio de Industria, y en esa reunión del día 24 las federaciones se tienen que hacer fuertes", destacó el presidente del comité de Uminsa. Eso sí, resaltó que "ello será el paso previo a una convocatoria de huelga que posiblemente tenga efecto la semana que viene en todas las empresas de Victorino Alonso".

En la protesta de hoy ante las oficinas de la empresa en Ponferrada estuviron presentes dos mineros que participaron en la reciente Marcha Negra contra el cierre de la minería, Arturo San Gil y Juan José Naveira, quienes destacaron que "si ahora no se reanuda la presión iremos todos a la calle y las movilizaciones de antes no sirvieron para nada".

También contaron que la empresa les comunica en el burofax que recibieron que "la empresa tiene suficiente estocaje como para realizar entregas de carbón de aquí al 2018, fecha de cierre de la minería". Por eso creen que si no hay de nuevo presión sindical y laboral "la empresa se beneficiará de las subvenciones y no se respetará el mantenimiento de las plantillas".