Seis de los 17 expedientados en el sindicato UGT en Albacete y Castilla-La Mancha han calificado el expediente interpuesto por la dirección como "una depuración, una caza de brujas".

En rueda de prensa, Manuel Sánchez, ex delegado del sindicato en el Ayuntamiento de Albacete y que ha actuado como portavoz, ha explicado que "entre esos 17 hay cuatro cargos activos en UGT, como son el secretario general provincial de Transportes, el secretario regional de Comercio y Hostelería, el secretario de organización de Comercio y Hostelería, y el secretario de organización regional de Transportes, Comercio y Mar".

Sánchez ha aludido, en la comparecencia en el Ateneo Albacetense, a las posibles causas que los responsables de UGT alegan para sacar adelante esta denuncia "varios meses después" de los "supuestos" hechos.

En ese sentido, según Sánchez, en la demanda "se dice que nos hemos expresado en términos injuriosos o difamatorios", a lo que ha alegado que "si lo que vienen a decir en la denuncia es que hemos pedido la dimisión de Carlos Pedrosa y de Carmen Campoy, pues es cierto, pero eso no entendemos que es ir contra la organización".

Según el portavoz de los denunciados, "pensamos que estaban haciendo daño a UGT, que siguen haciendo daño a UGT, por unos intereses propios, particulares o políticos, y tenemos claro que no están sirviendo ni a los trabajadores ni a UGT, que con toda la fama y los más de 100 años de historia, lo están hundiendo".

También ha criticado que se les haya acusado de "indisciplina, irresponsabilidad y de deslealtad por haber expresado nuestra opinión en una rueda de prensa y haber salido detrás de una pancarta en dos ocasiones" y, por eso, ha defendido que decirle a un sindicalista que no tiene libertad de expresión "nos parece bastante grave".

Así ha aludido a la demanda que los ex delegados de UGT en el Ayuntamiento interpusieron en contra de las productividades millonarias -a la que se le dio la razón en el juzgado- y a las protestas con pancartas ante el incumplimiento del Acuerdo Marco.

Esta actitud, que ha provocado que, en el Ayuntamiento de Albacete, "más del 60% de los afiliados nos hemos dado de baja" lo que persigue, ha defendido Manuel Sánchez, es "justificarse el destrozo que están haciendo de la UGT provincial y regional, ante Madrid" puesto que este sindicato "ha pasado de ser mayoritario en empresas y administraciones a ser minoritarios o no tener representación".

"Otro fin —ha planteado Sánchez— puede ser instaurar el miedo a cualquiera de los que estén en UGT y se le ocurra expresar su opinión por cualquier medio".

La presión y la actuación de los responsables regionales de UGT, ha asegurado Sánchez, ha motivado que una parte "nos hemos ido" y ha destacado que "los que nos hemos marchado estamos en otro sindicato con mayor libertad de acción".