El acusado del atropello múltiple de Huesca reconoce la autoría y dice que no quería hacer daño

El único acusado por el múltiple atropello ocurrido el 28 de julio de 2007, en la puerta de la discoteca Manhattan de la capital altoaragonesa, en el que murieron dos personas y otras ocho resultaron heridas, Víctor Manuel Gómez Rivero, de 25 años, ha reconocido la autoría de los hechos, aunque ha querido dejar claro que no tenía intención de matar a nadie, según ha dicho durante la declaración que ha prestado ante el tribunal. La vista oral contra este joven ha comenzado este lunes en la Audiencia de Huesca.

El único acusado por el múltiple atropello ocurrido el 28 de julio de 2007, en la puerta de la discoteca Manhattan de la capital altoaragonesa, en el que murieron dos personas y otras ocho resultaron heridas, Víctor Manuel Gómez Rivero, de 25 años, ha reconocido la autoría de los hechos, aunque ha querido dejar claro que no tenía intención de matar a nadie, según ha dicho durante la declaración que ha prestado ante el tribunal. La vista oral contra este joven ha comenzado este lunes en la Audiencia de Huesca.

Víctor Manuel Gómez se encuentra en el Centro Penitenciario de Zuera (Zaragoza) desde su detención como presunto responsable del atropello de un grupo de personas con el turismo que conducía a una velocidad de 110 kilómetros por hora y en estado de embriaguez. Los hechos se registraron en la entrada de la discoteca Manhattan, situada en el Polígono Sepes.

La Fiscalía ha pedido un total de 34,5 años de cárcel para Gómez como presunto autor de dos delitos de homicidio y siete de lesiones y una falta de lesiones, además de la privación del permiso de conducir vehículos y ciclomotores durante diez años. Asimismo, ha solicitado cerca de 600.000 euros en concepto de indemnizaciones.

El acusado, que esta representado por el abogado Javier Notivoli, ha reconocido que en la noche del accidente había bebido alcohol y consumido drogas, y que al entrar el polígono, donde se encontraba la discoteca, perdió el control del coche y, desde entonces no se acuerda de nada más.

También ha indicado que padece un enfermedad mental, esquizofrenia, y tomaba medicación "para los nervios y para dormir", aunque no se acordaba si la noche del suceso había tomado las medicinas. Respecto a este punto ha insistido en que un médico del Hospital Miguel Servet de Zaragoza no compartía esa necesidad de tomar dicha medicación.

El joven, que ha sido increpado a su llegada y a su salida de la Audiencia Provincial, con gritos de familiares y amigos de las víctimas, que le acusaban de "asesino" entre otras cosas, ha relatado lo ocurrido la noche del 27 de julio de 2007. Sobre la medianoche pasó por la discoteca Manhattan, a la que el portero no le dejó acceder, según su declaración, por ir vestido con chandal.

Ha desmentido, en respuesta a las preguntas de la defensa, del fiscal y de las acusaciones particulares, que hubiese discutido con el portero y que le hubiese dicho que más tarde regresaría. Gómez Rivero ha asegurado que le dió "igual" no poder entrar.

La Fiscalía aplica a la conducta de Gómez Rivero el concepto de dolo eventual, por lo que califica las dos muertes ocurridas como delitos de homicidio y no como homicidios por imprudencia, mientras que el letrado de la defensa, Javier Notivoli, defiende el concepto de imprudencia.

En el pub 'Cube' de Huesca, el acusado bebió cerveza y tequila y, posteriormente, entre las 3,15 y 3,30 horas, se dirigió con dos amigas a Grañén, localidad que celebraba sus fiestas patronales, un trayecto que realizó en 20 minutos, "porque fui despacio", ha apuntado Víctor Manuel Gómez, quien ha insistido en varias ocasiones en que no solía salir y en que conducía diariamente el coche para ir a trabajar.

En Grañén, donde estuvo hasta las 6,00 horas, bebió dos cubatas de whisky y cinco botellines de cerveza. "Después de beber todo esto, estaba en condiciones más o menos", ha declarado. Además, ha afirmado que había esnifado MDMA y consumido hachís.

Posteriormente, según ha relatado, regresó a Huesca con dos personas más, que se quedaron en el bar 'Punto de Encuentro'. Iba de coopiloto un joven llamado Cristian. De vuelta a la ciudad, el trayecto se realizó en más tiempo porque el copiloto se sintió mal y tuvo de parar. Reanudada la marcha, ambos se dirigieron a la discoteca Manhattan, a pesar de creer que dada la hora, serían las 6,30 horas, la sala estaría cerrada y no habría nadie.

"aceleré y no ví las señales"

El acusado ha continuado diciendo que al llegar a Ronda la Industria del Polígono Sepes comenzó a acelerar y "en el estado en el que iba no ví las señales". En ese punto, hay una señal que avisa de la existencia de una curva peligrosa y otra que marca el límite de velocidad a 40 kilómetros por hora, además de una indicación de paso de peatones.

"Entonces, aceleré y me encontré con la curva", ha subrayado. Ha agregado que en la cárcel ha estado pensando y "no recuerdo que Cristian me dijera que iba deprisa", aunque en un momento le alertó al decirle "ojo, ojo", ha comentado. "Todo pasó muy rápido y el coche se me fue", ha dicho el acusado, que ha asegurado además que "del momento de la colisión no me acuerdo".

Tras el accidente, el ahora procesado arrojó un resultado positivo en el test de alcoholemia, 0,66 y 0,70 milígramos por litro de aire espirado en las pruebas con el etilómetro de precisión. También se le realizaron análisis de sangre, cuyo resultado fue de 1,37 gramos de alcohol por litro de sangre y 0,054 microgramos de cannabis por microlitro de sangre.

Gómez atropelló a un grupo de personas que se encontraban en las puertas de la discoteca Manhattan. En el acto murió Ángel Javier Pérez, de 40 años; Benito Joaquín Ríos, de 27 años, falleció mientras era trasladado al Hospital San Jorge.

Los heridos más graves fueron José Antonio Rodríguez, de 31 años, a quien además de sufrir afecciones neurológicas, tuvieron que amputarle las dos piernas; Francisco Carruesco Jimémez, de 36 años, también con lesiones neurológicas y Miguel Pascual Leris, de 28 años, quien tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por diversas fracturas.

Por su parte, Santiago Mianer Ferrer, de 21 años, y Fernando Omiste Martínez, de 44, fueron operados por fracturas en extremidades, mientras que Francisco Javier Años Bureta, de 38 años y María del Mar Fumanal Rey, de 34, sufrieron heridas leves.

El juicio continuará mañana con el desarrollo de su segunda sesión en la que declararán testigos y heridos.

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