Los letrados de Iberdrola y ACS están convocados a una vista este miércoles, 12 de enero, ante el juez Carlos Nieto para resolver la cuestión de los derivados de Natixis, que se ha convertido en una de las principales variables antes de la celebración del juicio entre ambas partes en abril.

Nieto había emplazado al banco francés a que diera detalles acerca de su contrato de derivados a través del cual ACS disponía en 2009 de una participación indirecta del 4,8%, que en la actualidad se sitúa en el 5,09%.

Esta información tiene, a juicio del magistrado, importancia dentro del juicio, ya que puede ofrecer detalles acerca de la pérdida de valor de las acciones de Iberdrola y convertirse en un material útil para determinar si ACS formuló correctamente sus cuentas de 2009.

La convocatoria de la vista del miércoles es consecuencia del rechazo de Natixis a exhibir los contratos y se realiza "con arreglo a lo previsto en la legislación procesal para la oposición a las diligencias preliminares", según indicó en su momento el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid.

Iberdrola había solicitado que Natixis desvelara el contenido de los 'equity swaps', por los cuales ACS puede ejercer derechos políticos, mientras que los abogados de la constructora habían expresado su rechazo al considerar que la eléctrica estaba maniobrando para acceder a información confidencial acerca del tipo de interés y las condiciones de sus inversiones.

El asunto de fondo del litigio es la impugnación por parte de Iberdrola de la junta de accionistas de ACS y sus cuentas de 2009, al considerar que la constructora valoró de forma incorrecta sus activos y anunció unas ganancias de 988 millones, en vez de unas pérdidas de 405 millones por el deterioro del valor de sus inversiones. DEL 12% AL 20,2%.

En la época a la que se refiere el juicio, ACS disponía de una participación del 12% en Iberdrola que ha ido incrementando hasta alcanzar un 20,2% en la actualidad y sumar más acciones que el resto de socios de referencia juntos. Pese a ello, sigue teniendo vetado el acceso al consejo de administración de la eléctrica.

Aunque el litigio se refiere al año 2009, las últimas compras de acciones de Iberdrola han permitido a ACS rebajar el coste medio de adquisición de los títulos y, con ello, reducir el supuesto deterioro contable relacionado con la pérdida de valor de la eléctrica en bolsa.

En todo caso, los letrados de Iberdrola calculan que en las cuentas de 2009 ACS no recogió correctamente en sus resultados un supuesto deterioro de valor de las acciones de la eléctrica valorado en 301 millones.