El ex presidente del Gobierno Felipe González ha abogado por el desarrollo de reformas para combatir la crisis económica y ha afirmado que, "con la edad que tengo, que gane la derecha o tal no me va a quitar el sueño, sino que gane sin decir nada y sin proponer nada y sin saber qué hacer con este país".

González, que ha presentado en Málaga a la candidata del PSOE a la Alcaldía malagueña, María Gámez, durante un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, ha subrayado que "necesitamos reformas, malditas reformas que necesitamos", pero ha advertido de que "no van a ser aceptables socialmente si no arreglamos el funcionamiento irregular del sistema financiero global, si no hacemos que funcionen con reglas que sean conocibles, homogéneas y homologables para todos".

El ex jefe del Ejecutivo ha insistido en que "hay que abrir una vía de esperanza" y para ello son necesarias las reformas y "reconocer que somos pocos productivos y que nuestra competitividad es escasa". "Es algo de sentido común, no es de derechas ni de izquierdas ni de pensionistas", ha apostillado.

Ha hecho referencia expresa a la reforma del sistema de pensiones, diciendo que "sólo la van a tomar en serio los que creen en un sistema público de pensiones solidario, porque son los únicos que se van a preocupar por la sostenibilidad a largo plazo", mientras que "los que no la van a tomar en serio es por mala fe o por ignorancia".

El antiguo líder socialista ha lamentado que "Europa esté en crisis en el momento en el que más necesitamos que haya una Europa fuerte, decidida y que cumpla con sus obligaciones", y, aunque ha afirmado que "no hay una hoja de ruta" para salir de esa crisis, ha precisado que "no puede haber una unión monetaria sin unión económica".

Por ello, ha apostado por "federalizar la política económica y armonizar la fiscalidad para evitar el falseamiento de la competencia", además de por "federalizar la política exterior y hablar con una sola voz en Europa".

"europa está fallando"

González, que ha reconocido que "no hay ni un solo Gobierno que gobierne que no esté pagando en la crisis el precio de gobernar", ha señalado que Europa está lejos de esa política económica común que ha defendido en su intervención: "Europa está fallando, no es posible mantener una moneda única con divergencias en las políticas económicas y fiscales, y como no es posible, estamos capeando el temporal".

A su juicio, "las malditas reformas necesarias se deberían haber hecho hace más de 10 años". "La implosión del sistema financiero lo único que ha hecho es poner de manifiesto ese retraso, esa obsolescencia en nuestras estructuras", ha declarado, "unas estructuras —ha insistido— que no han sido reformadas para adaptarse a la globalización en el conjunto de Europa".

"Es una implosión sobre una estructura atrasada", ha expuesto, recordando que "en 2000 con la Agenda de Lisboa ya se decidió que algo pasaba en Europa y que había que hacer una estrategia para recuperar en 2010 la primera posición de Europa como potencia económico-tecnológica, con un buen sistema de cohesión social".

Sin embargo, ha subrayado, "ya estamos en 2011 y no sólo no se ha recuperado la primera posición, sino que nos distanciamos de EEUU o se nos han acercado en política económico-tecnológica potencias emergentes". Por tanto, "Europa sigue en un sándwich y retrasando la reforma", ha alertado.

Ante la pregunta de si son 10 años perdidos, González ha afirmado que "si han sido de aprendizaje, no, porque podríamos recuperarnos activando todos los poderes de Europa". Además, ha subrayado que "la ciudad tiene la ventaja de que lo local conecta con lo global, es más fácil conectar desde lo local con lo global que desde el poder estatal".

"Ésta es la gran virtualidad de lo local, que permite una proyección global y universal", ha manifestado, añadiendo que "la ciudad resiste al cambio civilizatorio, es el germen del espacio público compartido", pero ha dejado claro que como tal, "debe tener identidad y proyecto".

Asimismo, el ex presidente del Gobierno ha comentado que, "por mucho que esta crisis nos golpee y sea durísima, no vamos a pasar por una situación como la de 1982 o 1983", ya que "tenemos una plataforma y un punto de partida infinitamente mejores". Eso sí, ha resaltado que "tenemos que ser muy exigentes con todos nosotros y con todos los niveles de responsabilidad de poder".

Según González, "ciudadano y ciudad son los fundamentos de la democracia, pero cuando hablamos de la ciudad subconscientemente pensamos que las elecciones y los proyectos de ciudad tienen que ver más con una decisión administrativa que política".

En este punto, ha hecho hincapié en que "política es el ámbito de realización de la ciudadanía, que es la ciudad, política es la región, política es el Estado-Nación y el espacio político compartido es el europeo".

Administración local

"En este proceso de cambio copernicano que se ha producido en el mundo —ha explicado—, la Administración local, la ciudad, ese espacio público compartido, es la única que resiste en mejores condiciones que las demás ese cambio al que llamamos globalización", y que "hace ver con claridad que Occidente pierde posiciones económicas y políticas de poder respecto de Oriente y algunas zonas emergentes del planeta".

Para González, "tiene mérito competir", no sólo porque "no hay ni un solo Gobierno que gobierne que no esté pagando en la crisis el precio de gobernar", sino porque "hay que empezar a hacer política con proyecto y con recursos escasos, que van a seguir siendo escasos y no se puede hacer haciendo trampas en el solitario".

"Tenemos que ordenarnos, gestionar la ciudad y dar sentido a la política de la ciudad", ha expuesto, precisando que ese concepto de ciudad "va a tener una dimensión radicalmente distinta, va a tener que ver mucho más con aprovechar la identidad, el emprendimiento, la capacidad creativa, la gestión eficiente y conectarla con la revolución tecnológica, las iniciativas emprendedoras y las oportunidades en la globalización, colocando en el mapa lo que uno es, y con atender y dialogar con las necesidades de la gente".

No obstante, González ha advertido de que "la Administración no dispone de los recursos de los años de bonanza ni va a disponer de ellos en el futuro", ya que "en parte han sido recursos atípicos dentro del sistema financiero, que no vienen de ingresos ordinarios, sino que vienen de donde sabemos que vienen y no pueden durar, pertenecen al pasado".