Bilbao, a través de su arquitectura

  • El Casco Viejo conserva la estética de las antiguas ciudades del norte.
  • El ensanche de Abando cuenta con bellos edificios modernistas.
  • Proyectos urbanísticos de la última década han cambiado la imagen de la ciudad.
Vista exterior del Museo Guggenheim de Bilbao.
Vista exterior del Museo Guggenheim de Bilbao.
Ana Vega
Vista exterior del Museo Guggenheim de Bilbao.

En poco más de 10 años, Bilbao ha cambiado su imagen de ciudad industrial por la de centro empresarial moderno gracias a una apuesta por el sector servicios en el ámbito económico y por la arquitectura de autor en el terreno urbanístico. Pero las nuevas construcciones no son el único atractivo de esta ciudad, que tiene reflejadas todas sus épocas de esplendor en edificios y calles.

El antiguo Bilbao está en el Casco Viejo

Siete Calles es una zona comercial con bonitas fachadas y palacios urbanos. Paseando por su laberíntico entramado se pueden visitar la iglesia barroca de los Santos Juanes, el Museo Vasco adosado a ésta, o la catedral de Santiago, un templo gótico que sorprende a sus visitantes porque tiene bajos comerciales aledaños. Aunque Santiago el Mayor es el patrón de Bilbao, los habitantes de la ciudad sienten especial devoción por la patrona de Vizcaya, Begoña, cuya imagen se guarda en una basílica gótica que lleva su mismo nombre y que fue construida entre los siglos XVI y XVII en la parte alta de la zona vieja.

La mayoría de los negocios del Casco Viejo fueron renovados tras las graves inundaciones de 1983. Hoy en día, los bajos están ocupados por pequeñas tiendas, restaurantes y bares, que hacen de las Siete Calles uno de los centros de ocio y vida nocturna de Bilbao. Dos lugares de reunión son la Plaza Nueva y la de Unamuno.

La zona del Arenal antaño fue muelle de carga y descarga de las mercancías que llegaban a la ciudad desde la ría. En su entorno se construyeron la iglesia barroca de San Nicolás, patrón de los navegantes, y el Ayuntamiento y el Teatro Arriaga, ambos edificios de finales del siglo XIX, época en la que se empieza a construir el ensanche de Abando.

El ensanche de Abando

Entre finales del siglo XIX y mediados del XX, Bilbao creció económica y demográficamente obligando a ampliar la superficie urbana. Se creó entonces el ensanche de Abando, que ocupa el eje de Gran Vía y alrededores. En esta zona se fueron instalando la burguesía, los centros de comunicaciones y las grandes empresas y bancos, que construyeron ahí sus sedes.

Cruzando desde la parte antigua el puente del Arenal, se encuentra la estación de la Concordia de FEVE, más conocida como la de Santander. Este edificio modernista de principios del siglo XX está ahora flanqueado por la Torre de Bailén, construida en la década de los 40, y por la estación de Abando, de RENFE,  que fue diseñada por Cipriano Montesinos al estilo inglés con una magnífica vidriera en los andenes.

En cuanto a los edificios residenciales, de esta época datan el hotel Carlton en Moyua y la Casa Montero en la alameda Recalde, uno de los ejemplos más bellos de modernismo bilbaíno. En paralelo a la Gran Vía, que actualmente esta tomada por las primeras marcas comerciales, se urbanizaron lugares más tranquilos, como los jardines de Albia o el parque de Doña Casilda.

Los antiguos terrenos industriales

Al llegar los 80, la crisis económica atacó dos industrias clave para la ciudad, la siderurgia y la construcción naval. La profunda reconversión que se llevó a cabo entonces para ganar competitividad obligó a abandonar terrenos industriales en los márgenes de la ría a la espera de que volviesen tiempos de bonanza económica.

Veinte años después, Bilbao ha empezado a utilizar esos espacios para reinventarse, combinando la arquitectura de autor con la escultura. El Museo Guggenheim, de Frank O. Gehry, encabezó esta época de cambio acompañado del perro Puppy y la araña Mamá. El Palacio de Euskalduna fue la siguiente gran obra, y le han seguido las torres de viviendas del arquitecto japonés Arata Isosaki, la nueva Biblioteca de Deusto de Rafael Moneo, o la sede de Osakidetza del estudio Coll-Barreu. En estos momentos se está construyendo la Torre de Iberdrola en Abandoibarra y hay un ambicioso plan urbanístico para la península de Zorrozaurre, a cargo de la arquitecta iraquí Zaha Hadid.

La imagen renovada de la ría del Nervión se debe también a los nuevos puentes, como el de Euskalduna, el Zubizuri de Calatrava, el Arrupe o el de Miraflores, y a la urbanización del paseo de Uribitarte que discurre en paralelo al cauce. Pero el cambio ha inundado todo el centro gracias a la implantación del metro y el tranvía, a la mejora de la accesibilidad en muchas zonas de la ciudad y a la rehabilitación de edificios para usos comunes, como el centro cultural AlhóndigaBilbao.

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