Los manifestantes -cuyo número no concretaron ni los organizadores ni las autoridades municipales- llenaron el espacio peatonal de la céntrica Plaza de Moyúa, algunas de ellas portando banderas españolas y de otras comunidades autónomas, así con carteles a favor de la unidad de España y en contra del nuevo Estatuto de Cataluña.

Un nutrido grupo de dirigentes y cargos del PP asistió a la convocatoria, encabezados por la presidenta de este partido en el País Vasco, María San Gil.

Los diputados Gabriel Cisneros e Ignacio Astarloa y dirigentes vascos como Leopoldo Barreda, Carmelo Barrio y Antonio Basagoiti también estuvieron presentes.

En su discurso, el presidente del Foro Ermua puso de relieve que los integrantes de este movimiento cívico ven la unidad de España como "garantía de nuestras libertades democráticas" y defienden los valores esenciales de la Constitución, "que están siendo atacados con creciente intensidad por los nacionalistas y por un Gobierno de España cada día mas cercano a los nacionalistas", consideró.

"Políticas de claridad"

Buesa puso de relieve que son necesarias "políticas de claridad" para afirmar cuestiones como que "en el País Vasco la prosperidad ha sido posible porque estamos en España" y que "el Estatuto de Gernika no está anticuado y debe mantenerse vigente muchos años".

El presidente del Foro Ermua aseguró que "el terrorismo no se revuelve haciendo concesiones a Batasuna, o con oscuras negociaciones con ETA, o traicionando a las víctimas del terrorismo" y recalcó que "no vale apelar a la reconciliación y la paz para excarcelar a terroristas o justificar la rendición ante ETA para reconocer un derecho a la independencia que la mayoría de vascos no queremos".

Calificó de "falsa" una reconciliación que reconozca un "papel político para los terroristas", lo que consideró una "injusticia" para las víctimas, y dijo que "la paz no es un valor constitucional, pero sí lo son la libertad, la justicia y el pluralismo político".

El acto del Foro Ermua en la bilbaína Plaza Moyúa, que finalizó a los sones del himno de España, estuvo protegido por unidades antidisturbios de la Ertzaintza.

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