Los Cuerpos de Seguridad reducen al perturbado que se atrincheró en su casa de Llíria con su madre de rehén

Efectivos de la Guardia Civil y la Policía han logrado reducir al enfermo mental que se atrincheró ayer armado con una escopeta en su casa de Llíria (Valencia) junto a su madre, y lo han trasladado al hospital de la Fe por heridas de bala recibidas en el altercado. Un equipo integrado por hasta 50 personas, entre miembros de la Benemérita, de la Policía y de la Guardia Rural de Seguridad (GRS), derribó esta mañana la puerta del domicilio con una excavadora y redujo al perturbado, que resultó herido de bala en una mano y un tobillo, al tiempo que rescató ilesa a la madre.

El hombre de 56 años, que se había atrincherado en su casa de la calle San Antonio de la localidad, realizó disparos con una escopeta durante la noche, y alcanzó a uno de los agentes apostados en las inmediaciones cuando trataba de dialogar con él para que depusiera su actitud, infligiéndole heridas leves.

Los hechos comenzaron sobre las 15.00 horas de ayer, cuando un juez y un forense, acompañados por agentes de la Guardia Civil, se trasladaron hasta la casa del hombre y de su madre de 80 años para entregarles sendas órdenes de ingreso en un centro psiquiátrico y en una residencia, respectivamente.

El hombre, que sufre algún tipo de trastorno mental, se atrincheró entonces con el arma en el interior de la casa.

Dos escopetas

El hombre, que ha permanecido durante más de diecisiete horas atrincherado, tenía dos escopetas de caza que pertenecían a su padre ya fallecido.

Según se ha reconocido desde la Subdelegación del Gobierno, la Guardia Civil de Llíria no tenía conocimiento de ello, ya que la licencia de armas del padre había sido tramitada en Almería, donde residía anteriormente la familia.

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