Comprar la lotería en otras ciudades porque en la propia nunca toca, pasar los décimos por la tripa de una embarazada o abstenerse de jugar números menores de cien porque son feos y no caen nunca, son algunas de las supersticiones que perviven desde hace años entre los españoles a la hora de comprar décimos para el sorteo de El Niño.

El 3,6 por ciento de los españoles todavía cree en el viejo truco de restregar el décimo del sorteo de Navidad por la tripa de una embarazada y un 29,5 por ciento recela de comprar números inferiores a cien.

De hecho, según un encuesta de la empresa de venta de lotería Ventura24, el 4,5 por ciento cree que el número 00000 no existe, una superstición que se suma a otro rumor que afirma que ese número pertenece a la Casa Real, aunque ni lo uno ni lo otro es cierto, ya que el 00000 se puede comprar como cualquier otro número.

Entre las supersticiones más comunes destaca la de que la lotería no debe regalarse porque da mala suerte. De hecho, el 40,2 por ciento de los encuestados lo piensa. Otra superstición que se repite año tras año es la de que allí donde ocurre una catástrofe natural, ese año toca la lotería, un 8 por ciento lo cree.

A la hora de elegir el número del décimo, el 37,5 por ciento tiene terminaciones especiales que le gusta comprar, el 35,7 por ciento se hace con número 'bonitos', el 21,4 por ciento acude a administraciones famosas o con suerte, el 10,7 por ciento elige números relacionados con la fecha de nacimiento de algún familiar y un 6,3 por ciento la fecha de algún otro acontecimiento importante.

En general, una gran mayoría, del 91,9 por ciento cree que hay números especiales que traen suerte. Sin embargo, a la hora de ir a comprar el décimo el 28,6 por ciento afirma que no tiene ningún criterio especial y otro 72,3 por ciento dice que compra el de su empresa o los que ofrecen los amigos.

Este tipo de supersticiones también existen variaciones en función del lugar en el que se viva. Así, en Galicia tradicionalmente se creía que colgar el boleto al lado de una herradura propicia la suerte en el sorteo y en Andalucía se sustituye la herradura por una virgen o un santo.