Tapitas casi en familia

Con medio siglo de vida, este bar de Triana, familiar y amistoso, está lleno de ricas tapas caseras.
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Caco Rangel
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Entre brevedades, codo con codo, se mezclan los pequeños platos en La Esperanza con las bocas y las manos de  un público fiel y hambriento. Mucha, pero que mucha Triana: en todos los que llenan la barra. Llevan años viniendo a comer tapitas y no se cansan. Hay gustos de lo más variopinto y cada uno prefiere una cosa. Hablan entre ellos y nadie se molesta: porque lo que no hay que perder es el tenedor.Unos defienden las cazuelitas, verdaderas ollitas bullendo de calor, ajitos picados con trozos, con el tamaño de un bocado de pollo, cubierto de jamón frito o de solomillo. Otros defienden la pavía de bacalao casera y  la de ensaladilla. Aquí la hacen muy fina, que se derrite en la boca.

Si uno busca este bar, fíjese bien. Es muy pequeñito, pero se extiende en un reservado interior, donde caben más de tres, y cómo no, en la terraza, ideal para esta primavera, que ya está aquí con sus tentáculos cálidos, esos que te lanzan sin remedio a la calle, la cervecita y la tapa.

Javier, un tipo bastante simpático, controla ahora esta barra que funciona desde 1957. El suyo es un negocio familiar y amistoso, donde la gente se conoce por su nombre y gustos culinarios.

Todos los platos son caseros y sientan bien, como el pedazo de tortilla de gambas, espárragos o jamón, el San Jacobo casero, el chipirón o la punta de solomillo.

Otro secreto a voces: es un lujo ver aquí San Gonzalo en Semana Santa y saciar el hambre con sus ricas tapas.

Bar la esperanza

* C/ San Jacinto, 53. Teléfono: 954 333 339. De 12 a 16 y de 20 a 24 horas. Cierra, por descanso, los domingos por la tarde y los lunes. Tapas desde 1.80 euros.

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