Revilla se teme que no habrá llamada de Zapatero, para no darle "bazas" a un "rival" a cuatro meses de las elecciones

Piensa que al presidente español "le puede venir bien" que él le visite ahora en La Moncloa
Revilla y Zapatero
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Revilla y Zapatero

El presidente del Gobierno cántabro, el regionalista Miguel Ángel Revilla, se teme que ya no va a haber "llamada" de José Luis Rodríguez Zapatero para reunirse en La Moncloa como ocurre otros años por estas fechas, y aunque no lo "comprende", reconoce que "entiende" que el presidente español no quiera darle "bazas" a un "rival" a cuatro meses de las elecciones.

Es más, el líder regionalista ha recordado que ésta es "una historia que se repite" cuando hay citas electorales y ya pasó "hace tres años y ocho meses", cuando "tampoco" le llamó para su habitual reunión de fin de año.

"Yo no lo entiendo, pero lo entiendo. Sé que la política hace que cuando faltan para las elecciones cuatro meses, no haya amigos ni conocidos. Y supongo que le habrán dicho que esa foto no es conveniente", ha afirmado Revilla en declaraciones a Europa Press.

Sin embargo, el jefe del Ejecutivo cántabro cree que Zapatero "se equivoca". "Yo soy una persona que, ahora mismo, incluso le puede venir bien que yo aparezca por La Moncloa", ha comentado.

Según dice, si le llama ahora, él coge y sale "para allá", pero no cree que eso pase. "No sé..., a lo mejor me llama, pero ya me extraña, porque siempre es en Navidad. Es más, el día 12 de octubre fue él quien me dijo que me preparase para la entrevista" y, sin embargo, desde hace unos días, "no hay respuesta" a las llamadas entre ambos gobiernos para casar agendas, ha apuntado.

No obstante, Revilla asegura que "no pasa nada" y aclara que no hay "grandes temas pendientes" para ese encuentro. Eso sí, le gustaría preguntar al presidente qué va a hacer con las obras "paradas", como las carreteras de San Glorio, Los Tornos y La Hermida, o la Autovía Aguilar-Burgos. La que ya está "encauzada" es la autovía Solares-Torrelavega, en la que se está redactando el proyecto para licitarlo en enero "unificado".

Pero "sobre todo", Revilla quería preguntar a Zapatero "cuándo" va a pagar el Estado el desfase de las obras de Valdecilla. "Eso son los temas que yo llevaba, pero también entiendo que le digan que en este momento no se den bazas a quien va a ser un rival electoral dentro de cuatro días. Así que yo tampoco hago de esto 'casus belli'. Entiendo que la vida es así. Aunque no lo comprenda, lo entiendo", ha agregado.

El presidente cántabro achaca todo esto a que la política "es muy complicada" y en estos momentos los partidos "entran en una política de celo donde ya no se conoce nadie".

"Las buenas caras, las anchoas, el qué majo eres, y todo eso..., desaparece y nos miramos como de reojo", ha comentado el líder regionalista, que entiende que a sus "compañeros de viaje" (los socialistas cántabros, con los que gobierna en coalición), no les haga "gracia" que él aparezca por La Moncloa y vuelva "con algún pan debajo del brazo".

No habrá "ningún problema"

En cualquier caso, ha insistido en que no va a hacer de esto "ningún problema" y ha aclarado que cuando auguró problemas si no se celebraba la entrevista, lo hizo en un programa "de risa, de bromas", en el que intentan hacer la política "un poquitín distendida".

De hecho, ha subrayado que sus relaciones con Rodríguez Zapatero son "muy buenas" y le está agradecido por los proyectos que han salido para Cantabria, y "por encima de todo", porque él fue el "responsable" de que se recuperara la línea de alta velocidad.

"Eso no lo olvidaré nunca. Ese tema estuvo en una situación terriblemente mala. La mayoría lo daba por perdido. Era rectificar nada menos que a un ministro todopoderoso de Fomento, y fue José Luis el que hizo cambiar lo que se había dicho y lo que se pensaba hacer, por algo que era los sensato y lo que Cantabria venía demandando históricamente", ha resaltado.

Por tanto, el presidente cántabro se queda con ese hecho, que "siempre será un haber" en la actuación de Rodríguez Zapatero y que "está por encima de estas cosas que ocurren en estas fechas, y más que van a pasar" hasta mayo.

Por último, Revilla ha resaltado que como presidente cántabro tiene que "mimar" al presidente español, porque eso "forma parte del Catón, del catecismo que un presidente autonómico debe tener". Y así lo hizo también con José María Aznar.

"Un presidente tiene que llevarse bien con el que esté, y las cosas que haga mal no ponerlas de relieve mientras usted esté representando los intereses de una tierra en la que dependen todavía muchísimas inversiones del Gobierno de España. Si haces esas críticas y luego vas a verles para pedir cosas, las caras y los hechos no pueden ser muy positivos", ha concluido.

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