Aunque dice que no conoce el texto de la propuesta de la comisión del 11-M sobre una participación más activa del Ejército en la represión del terrorismo, el más alto mando operativo de las Fuerzas Armadas españolas afirma que el Estado «está legitimado para utilizar todos los medios y las capacidades a su alcance» y decidir «quién está en vanguardia».

Para Sanz Roldán la relación entre las Fuerzas Armadas y los demás cuerpos debe ser «simbiótica» y que «cada uno ofrezca al otro aquello que necesita para ejecutar su misión con la mayor precisión».

Le parece «más que razonable» que la vigilancia del espacio aéreo corresponda a los militares, que también se han ocupado de la custodia de estaciones de tren, vías de alta velocidad y cumbres de Estado. «Las Fuerzas Armadas harán aquello que el Gobierno les indique en la lucha contra el terrorismo y tendrá que ser así todo el tiempo que sea necesario para velar por la seguridad de los españoles».

Sanz Roldán considera que la lucha contra el «terrorismo global» va a ser ardua, porque el enemigo tiene «capacidades muy grandes» de destrucción.

El general señala: «Esta batalla va a ser larga, y los éxitos se verán empañados por fracasos, porque un camino sólo de éxitos no es posible».

Anticipación difícil

El responsable de la coordinación operativa de los tres Ejércitos admite que España, «como todos los países aliados», ha estudiado la posibilidad de respuesta ante un ataque terrorista con armas de destrucción masiva. Aunque «nadie puede asegurar» que se vaya a producir un atentado de este tipo, «las instituciones que se ocupan de la defensa tienen prevista esa hipótesis».

En ese caso, el jefe del Estado Mayor admite que la «anticipación es muy difícil» y que «debemos estar preparados para anular el riesgo en sus estadios finales y, si no fuera posible, para disminuir sus efectos».

Sobre el terrorismo fanático e imprevisible añade: «No digo que no se pueda evitar. Digo que no se puede evitar en todos los casos. Estamos aprendiendo muy deprisa a luchar contra el terrorismo y nuestros medios son mejores que antes del 11-S».

Evitar un ataque como el 11-S

La aparición «súbita y desnuda» de «una nueva forma de terrorismo» el 11-S hace «especialmente complicados» la anticipación y el margen de maniobra, según el jefe del Estado Mayor. Sin embargo, apunta que España estaría en estos momentos preparada para intentar anular, por ejemplo, el ataque de aviones secuestrados contra objetivos civiles o gubernamentales en cuestión de minutos.

Pedro L.: El artificiero que desactivó la bomba de Vallecas

«Lo hice por las víctimas, se lo merecían»

Su actuación fue clave en la investigación. Pedro L. lleva 12 de sus 43 años como artificiero de los Tedax. Ayer, a punto de cumplirse un año del 11-M, contó cómo y por qué desactivó, a mano, la bomba número 13, la hallada en Vallecas, la que no estalló. Jugándose la vida, optó por desactivarla (en lugar de explosionarla de forma controlada) para que no se perdieran pistas que luego fueron claves: «Lo hice por las víctimas. Había estado todo el día con ellas. Lo merecían». «Quien montó las bombas sabía bien lo que hacía. No eran ninguna chapuza», añadió.