Los vecinos que viven aislados en esta calle fantasma explicaron ayer a 20 minutos que en varias ocasiones, ambulancias e, incluso, coches patrulla no encontraron el lugar y por lo menos, dos personas que no fueron atendidas a tiempo, según denuncian, fallecieron por este motivo. Rosa Vázquez, vecina de la zona, afirmó que hace siete años, el final del paseo se cerró tras las obras de remodelación del Passeig Valldaura. Desde entonces, la calle se ha convertido en un lugar de aparcamiento de coches.

«Sólo pedimos que abran la calle porque ni las ambulancias ni la policía saben encontrarla. De hecho, ni siquiera estos números aparecen en la guía de calles».

El hijo de Rosa falleció en el rellano cuando los servicios del 061 accedieron al lugar. «No nos encontraban. Mi marido tuvo que salir un día en busca de dos coches patrulla cuando los avisamos por un atraco. Imagina lo que puede pasar si se produce un incendio». Otra vecina del inmueble perdió a su madre en las mismas circunstancias hace dos años. El Ajuntament prometió que abriría la calle, pero «las obras se retrasaron tras lo que ocurrió en el Carmel», afirma Divina Irimia.