El presidente de la Federación de Pimem, Juan Cabrera, ha advertido de que la subida de la luz y del gas en un 9,8 por ciento, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, es "sin duda la medida que faltaba para apuntillar de lleno a la pequeña y mediana empresa para su desaparición".

En un comunicado, Cabrera ha recordado que el coste energético es una de las partidas "más gravosas" que tiene en la actualidad el pequeño y mediano empresario, "que a lo largo de 2010 ha sido sistemáticamente estrangulado financieramente por el aumento del IVA; la crisis y la caída del consumo; el todo incluido; el incremento de la morosidad, y por supuesto, la ley del tabaco, que a partir del 2 de enero mermará en aproximadamente un 10 por ciento el consumo en bares y restaurantes".

En este sentido, ha señalado que el cierre de bares y restaurantes durante 2010 ha sido "masivo" y ha precisado que "no se trata solamente de pequeños establecimientos familiares con escasos recursos, ya que el mazazo también lo han padecido importantes y prestigiosas empresas consolidadas por decenas de años de trabajo y sólidas plantillas, que no han tenido más remedio que decretar suspensión de pagos y quiebra definitiva".

Para Cabrera, es "paradójico" que, mientras al empresariado, como es el de la hostelería, "hasta la fecha el segundo más importante en el tejido productivo de Baleares, se le ha gravado con impuestos y leoninas subidas de los gastos básicos, estos no han tenido más remedio que rebajar drásticamente, por cuestión de supervivencia, el precio en sus cartas, lo que se puede comprobar con sólo darse una vuelta por los comedores de la isla, y observar la extensa oferta de menús a 7 y 9 euros".

Así, ha recalcado que se trata de unos márgenes económicos "verdaderamente desoladores", cuya consecuencia inmediata, ya en los próximos meses, será, según ha avisado, "el aumento de la tasa de desempleo".