El Centro Botín aspira a ser un referente como el Pompidou de París y a integrarse en el circuito cultural europeo

Supondrá un nuevo continente para el contenido de la Fundación, que es "de primer nivel" y tiene "enormes posibilidades de crecer"

El Centro Cultural que la Fundación Botín ha proyectado en la capital cántabra aspira a tener la misma repercusión que el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París. Así, además de convertirse en un "icono del Santander moderno", pretende ser un centro de referencia y, gracias a una programación artística "de primer nivel", formar parte del principal circuito cultural europeo.

Así lo ha manifestado el director de la Fundación, Iñigo Sáenz de Miera, en una entrevista a RNE en la que ha confesado que "querríamos ser como el Centro Pompidou", que fue diseñado por Renzo Piano, el mismo arquitecto que está ahora al frente del proyecto cántabro.

En la entrevista, recogida por Europa Press, Sáenz de Miera ha explicado que el Centro Cultural Botín, que podría estar terminado en 2015, tiene un doble objetivo.

Por un lado, la Fundación trata de generar "un nuevo espacio de vida, de ebullición ciudadana", un lugar de encuentro de santanderinos, cántabros y visitantes alrededor del arte y la cultura. En este sentido, tratarán de generar durante todo el año el mayor número usos posibles y para todos los colectivos, desde pequeños a personas mayores, pasando por jóvenes y turistas.

Al mismo tiempo, la Fundación aspira a situar al Centro Botín en el "primer circuito cultural" de Europa, de forma que por su programación y actividad sea "un centro de referencia" lo que, como ha reconocido Sáenz de Miera, "no es fácil".

"Si hubiera que mirar un modelo", ha señalado, "el tipo de centro en el que se ha convertido el Pompidou es lo que queremos". Eso sí, "a otro tamaño" porque el de Santander "va a ser mucho más pequeñito", ha precisado.

Tras indicar que la inversión anual para el Centro Botín rondará los 7 millones de euros —cuantía que "no está mal"—, el director de la Fundación ha añadido que la intención es que el proyecto sea "un catalizador" de otras iniciativas para la ciudad, como la reordenación del frente marítimo, de las estaciones de tren o las iniciativas proyectadas en la Vaguada de Las Llamas, por ejemplo.

"entre todos"

Sáenz de Mira ha explicado que si bien la idea de crear un centro cultural en Santander surgió del Patronato de la Fundación, la ubicación del mismo se decidió "entre todos", ya que hubo conversaciones con el Ayuntamiento y el Puerto, entre otras administraciones.

También se ha tenido en cuenta a otras instituciones, como la Universidad de Cantabria, a la que se ha planteado la "oportunidad" de implantar la carrera de Bellas Artes.

El objetivo último de esta puesta en común es "no repetir" iniciativas ni "hacer cosas descontextualizadas", según aclara el presidente de la Fundación, que cree que la repercusión del centro no será "inmediata", sino que se verá cuando lleve varios años funcionando.

Un continente para el contenido

El Centro Cultural Botín pretende ser un nuevo continente para el contenido de la Fundación, que tiene un programa de arte y cultura "de primerísimo nivel", con "enormes posibilidades de crecer", ha destacado su director.

En este sentido, ha recordado que la entidad —la primera fundación privada de España, tanto por un volumen de inversiones cercano a los 30 millones anuales como por el impacto económico, social y cultural de sus programas— lleva 46 años desarrollando una actividad artística y cultural "que no tiene nada que envidiar a los programas de los mejores centros culturales de Europa".

"Las bases ya están", ha sentenciado, después de repasar las últimas exposiciones de la Fundación, como la de Mona Hauton, el Cosmos y la vanguardia rusa, o la de arte Ife que primero se expuso en el Museo Británico y ahora se muestra en Estados Unidos.

En cuanto al proyecto de Renzo Piano, —que ha puesto mucha "ilusión y pasión" en la iniciativa—, Sáenz de Miera ha indicado que hasta ahora solo hay ideas y conceptos, "nada más". No obstante, está seguro de que el resultado final permitirá generar más espacio al unir la ciudad con la bahía, y quedar integrado en el paisaje, la vida y la historia de Santander.

SANTANDER 2016:

"no le faltó nada"

Por otro lado, Sáenz de Miera se ha referido a la candidatura de Santander a ser Capital Europea de la Cultura en 2016, candidatura de la que fue eliminada el pasado mes de septiembre pese a que, en su opinión", "no le faltó nada".

Así, aunque reconoce que el proyecto liderado por el Ayuntamiento de Santander junto con la Fundación Botín y el Gobierno de Cantabria se puso en marcha "tarde" e iban "contrarreloj", considera que otras ciudades o "necesitaban más" la capitalidad cultural o presentaron "un proyecto mejor que el nuestro".

En cualquier caso, Sáenz de Miera, ha elogiado la labor del director de la Fundación Santander 2016, Rafael Doctor, "que lo hizo muy bien". Asimismo, está convencido de que el movimiento ciudadano generado en torno a la iniciativa "no cayó en saco roto".

También valora el hecho de que se presentaran "muy buenas candidaturas", algo que es "bueno" ya que en las ciudades que optan a la capitalidad cultural y no ganan se crean "dinámicas nuevas y vivas", que son "muy positivas" para el desarrollo cultural. Por ello, aboga por "aprovechar" todas las iniciativas puestas en marcha.

Medallas de oro

Por último, el director de la Fundación creada en 1964 por Marcelino Botín Sáenz de Sautuola —tío de Emilio Botín, presidente de la entidad y del Banco Santander— ha destacado la labor que realiza en otros ámbitos, como el científico y social, apoyando la investigación biomédica en España y proyectos solidarios.

También ha agradecido el reconocimiento que supone la concesión de la Medalla de Oro del Parlamento de Cantabria y del Ayuntamiento de Santander a la Fundación Botín.

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