Condenan a un año de cárcel a uno de los tres acusados de la fuga de gasolina de Santa Gertrudis

El administrador único de Hidrotechnik España S.A deberá pagar a los afectados alrededor de 250.000 euros en concepto de indemnización

La magistrada del juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza Martina Rodríguez, ha condenado a Herbert Hugo Hild, administrador único de Hidrotechnik España S.A., a un año de prisión por un delito contra el medio ambiente, causado por imprudencia, relativo a la fuga de combustible de los tanques de una gasolinera de la que era uno de los responsables, y que contaminó varios pozos de terrenos colindantes.

La juez absuelve, sin embargo, a los otros tres acusados en el proceso, Elke María Gómez Fernández, apoderada en España de Hidrotechnik, María Manuela Torres Maya, encargada de la gasolinera de Santa Gertrudis y José García Martí, director de obra de la instalación.

La Fiscalía solicitaba para ellos una pena de cuatro años de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier actividad empresarial durante dos años y el pago de una multa de 24.000 euros.

Hild, además, deberá indemnizar a los once afectados con cantidades que, en suma, rondan los 250.000 euros. Deberá pagar también a otros cinco propietarios de pozos una cantidad fija estipulada por el fiscal, y que viene determinada por la cantidad de personas que vivían en esas fincas entre 2002 y 2006.

No obstante, la aseguradora Mapfre y Hidrotechnik España S.A. deberán contribuir en el pago de la indemnización.

Asimismo, Hild queda inhabilitado para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de duración de la condena y para el ejercicio de la actividad empresarial relacionada con aquella por la que se le condena.

Deberá, a su vez, pagar una multa durante 15 meses a razón de 20 euros por día y hacerse cargo de todas las costas del juicio. Por su parte, la gasolinera, cerrada desde 2002, cuando se rompieron -entre 2001 y 2002- los tanques que contaminaron los pozos con entre 20.000 y 30.000 litros de combustible, permanecerá cerrada de manera definitiva.

En la sentencia, la magistrada hace constar que las causas de la rotura de los depósitos, que deberían haber sido metálicos pero que, por orden de Hild, se instalaron de fibra de vidrio, no tuvieron que ver con el material en el que estaban fabricados, sino "con la instalación", que fue defectuosa.

Además, la juez señala que, en lo que respecta al comportamiento del condenado en este sentido, no se aprecia dolo, pero si "imprudencia".

En el juicio, que se celebró el pasado mes de julio en Ibiza, prestaron declaración alrededor de 50 testigos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento