La Guardia Civil ha detenido a 19 personas, de nacionalidad marroquí y de edades comprendidas entre los 23 y los 42 años, acusadas del robo de 934 placas solares, en huertos fotovoltaicos de las provincias de Albacete, Cuenca, Ciudad Real, Alicante, Murcia, Valencia y Córdoba.

Según ha informado el Ministerio del Interior, los detenidos, en el marco de la 'operación Módulos', tenían como base de operaciones las localidades de Torrepacheco y Cartagena (Murcia) y Agost (Alicante), desde donde partían hacia los parques solares, para sustraer las placas e inversores de corriente.

Además de haberse recuperado un total de 934 placas solares valoradas en casi 600.000 euros, también, se han incautado 9 inversores de corriente, herramientas, diversa documentación, y se han intervenido 13 vehículos de gran cilindrada.

La banda se estructuraba en tres grupos perfectamente organizados, que actuaban tras el reconocimiento previo de la zona y la localización de los parques solares y vehículos susceptibles de sustracción. El primer grupo, formado por 2 o 3 personas, una vez caía la noche, accedía a los parques y saboteaban los sistemas de alarma, ocultándose en las cercanías, para observar la respuesta de los vigilantes, Guardia Civil o responsables del parque.

Una vez el primer grupo había desmontado los paneles y los tenía apilados y listos para cargar, el segundo grupo robaba un camión de pequeño tonelaje con el que entraban al interior del parque, para recoger las placas. El tercer grupo se dedicaba a las labores de apoyo y seguridad. Se colocaban tanto en los cruces de carreteras como en las travesías de poblaciones cercanas para dar aviso en caso de notar presencia de la Guardia Civil o cualquier otro vehículo o persona que los pudiera sorprender.

Tras llegar con el camión a unos puntos previamente establecidos, siempre en las provincias de Murcia o Alicante, trasvasaban la mercancía sustraída a camiones "legales" o "limpios" y abandonaban el camión robado en poblaciones cercanas, guardando los paneles en lugares donde tenían vigilancia permanente por parte de algún miembro de la banda.

Finalmente cargaban las placas en furgonetas, utilizando el fondo de la caja para ocultarlas, apilando delante de ellas chatarra y/o electrodomésticos viejos a modo de pantalla. Después, los trasladaban hasta el norte de Marruecos, utilizando los puertos de Almería, Málaga o Algeciras.