La administración de Lotería 5 de Molina de Segura, donde ha caído el Gordo, devolvió este martes el número en su integridad porque nadie lo compró, por lo que no hay agraciados. Esta administración de lotería cambió de dueño este verano, cuando murió el anterior propietario y nunca ha repartido premios. El lugar está lleno de vecinos, lamentando que, con la crisis actual, no se haya repartido nada.

"Es imposible venderlo todo, la demanda además ha sido menor que otros años", ha afirmado Bayona antes de decir que "medio minuto" después del sorteo recibió una llamada de un periodista y hasta pasado el mediodía no pudo comprobar la devolución. También se ha lamentado de que hasta este martes estuvieran expuestos en ventanilla los diez décimos de El Gordo, y ha dicho que la propia crisis económica hizo que se vendiera este año menos lotería.

El premio 79.250 se ha dado a conocer a las 11.14 horas y ha sido cantado por Andreas López e Iván Quintero, justo cuando se cumplía el ecuador del sorteo (quinta tabla y el sexto alambre). Minutos después de esa hora, comenzaban a llegar a la administración de lotería, conocida como la de "Santa Cruz" y situada en un barrio obrero de esta localidad murciana, los primeros vecinos de la calle Burgos deseosos de celebrar la suerte con los afortunados.

Tanto el responsable de la lotería como los congregados, varias decenas, coinciden ahora en decir que están "tristes y defraudados", aunque se encuentra también allí una joven agraciada con este premio, vecina de Molina Segura, que compró un décimo del 79.250 en Alicante.

Como siempre ocurre, varios directores de oficinas bancarias y cajas de ahorros se habían acercado también hasta la lotería antes de saber que se habían devuelto los décimos, y ahora, al comprobar el infortunio, dicen entre bromas que "la lotería le ha tocado a Rubalcaba". El responsable de esta administración, conocida como Santa Cruz por el nombre de su anterior propietario, fallecido en agosto, ha posado para los fotógrafos desplazados hasta Molina de Segura con cara larga y con una botella de cava, aunque cerrada.