El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha acordado archivar las diligencias previas abiertas por la presentación de una querella criminal por injurias interpuesta por José Naveiras, antiguo director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, contra la consejera de Cultura, Mercedes Álvarez. Contra la resolución cabe interponer recurso de reforma en el plazo de tres días.

En el auto del Alto Tribunal asturiano, el magistrado instructor, José Manuel Buján, considera que la querella "trasciende o extravasa el ámbito de lo jurídico quedando más bien en el ámbito político". Además, estima que el relato de la consejera en la comparecencia que tuvo lugar el 22 de febrero en sede parlamentaria "en modo alguno puede tacharse de injurioso ni calumnioso", tal como se señala en el escrito.

Tras reconocer que puede haber "discrepancias" en la apreciación de determinados hechos, el instructor señala que imparcial y objetivamente no puede compartir que tanto el contenido de dicho informe como las expresiones utilizadas en el mismo y en las respuestas a las preguntas que se le formularon puedan ser constitutivas de "ninguno de los delitos que se le imputan a la consejera".

Asimismo, el instructor defiende que "el radicalismo" de algunas de las expresiones utilizadas fue fruto de la "confusión" que tuvo lugar en el debate parlamentario entre lo público y lo privado y que lo desvirtuó. "No parece que se trate del debate que se quería, sino de un subterfugio amparado en el malestar social creado por un desafortrunado despido, declarado judicialmente improcedente, para apoyar unos al director despedido y criticar a quienes consideraban la autora material del despido", señala.

Por todo ello, el magistrado concluye que "no existe delito, puesto que no hay dolo necesario para su existencia, ni la materia objeto de debate trasciende lo meramente amparado, en su caso, como causa de justificación por excelencia en este tipo de delitos por la libertad de expresión y el derecho de información constitucionalmente consagrados".

Entre otras manifestaciones, Mercedes Álvarez acusó al entonces director de obtener productos que después comercializaba a título particular, de utilizar de manera privada instalaciones y bienes, así como de realizar obras no autorizadas que permitieron la construcción de "una vivienda moderna" en la parte alta del museo, para uso privado del director.

El archivo de esta querella se suma al que ya decidió el TSJA el pasado día 3 contra la consejera por un supuesto delito de expropiación ilegal y contra la propiedad intelectual.