El Instituto de Censores de Cuentas asegura que la crisis fue "inesperada" y que los auditores no son "culpables"

Los auditores gallegos apuestan por concienciar al tejido empresarial de la Comunidad sobre la importancia de someterse a esta actividad

El vicepresidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (Icjce), Mario Alonso Ayala, ha defendido este lunes "el rigor e independencia" de los auditores españoles y ha rechazado que se les considere "culpables" de una crisis económica que, ha asegurado, "fue inesperada". "Aunque algunos se hayan querido anotar el tanto de que se veía venir", ha apostillado.

Así se ha pronunciado en la jornada del Día del Auditor, celebrada en Santiago y organizada por la agrupación gallega del Instituto, donde aseguró que los auditores "no son parte del problema, sino de la solución". "Hemos sido capaces de detectar fraudes y de valorar activos en momentos francamente complicados", defendió.

En su intervención, explicó que la información económica y financiera se ha convertido "en un bien público" que interesa "a todo el mundo", lo que —en su opinión— ha otorgado al colectivo de auditores "un extraordinario protagonismo en los últimos años".

En este escenario, subrayó también que algunas voces han atribuido a la contabilidad "parte de la responsabilidad sobre la crisis", extremo que negó Mario Alonso, antes de explicar que los 50 billones del PIB del mundo son superados ampliamente por las sumas a las que ascienden "el valor inmobiliario, las acciones o los derivados". "Para mí ese es el problema, tenemos dinero falso circulando 20 veces más que el PIB del mundo", sentenció.

"independencia y calidad"

Entre otros expertos convocados, en la jornada intervino también el presidente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), José Antonio Gonzalo Angulo, quien reflexionó sobre la actual situación de la profesión y apuntó que la auditoría "como idea" está "en profunda crisis" e incidió en que "debe avanzar en términos de independencia y de calidad de servicio".

Del mismo modo, incidió en que ésta es de las "pocas" profesiones en España que, sin que sean ejercidas por funcionarios, su objetivo es "el interés general". "Si un auditor falla en la aplicación de sus procedimientos y da un informe que confunde, confundirá a los mercados y al Estado, entre otros", advirtió e incidió en que, por ello, es necesario avanzar "en independencia y calidad".

Concienciar a las empresas

Por su parte, el responsable de la delegación gallega del Icjce, Enrique González, incidió en la importancia de las auditorías para "prestigiar" al empresario puesto que sólo los empresarios "fuertes y con buena imagen" podrán crear empleo.

En este escenario, apostó por intentar "concienciar" al tejido empresarial gallego de que se someta a esta actividad puesto ya que —según destacó— "sólo una información veraz, transparente y fiable" conseguirá generar "confianza". "Es importante hacer ver a los empresarios que parte de su gasto anual debería ser en auditoría, como lo es en teléfono o en luz", defendió.

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