Los documentales no son sólo para la hora de la siesta

  • Los atardeceres en la sabana se acabaron, el documental se está reinventando.
  • Ahora se apuesta por enfoques insólitos como la verdadera cara de Cristo, la inteligencia de las sepias o el negocio del pelo.
Documental Grandes migraciones.
Documental Grandes migraciones.
National Geographic
Documental Grandes migraciones.

"Echarme la siesta en el sofá del salón con los documentales de La 2". Es uno de tantos grupos creados en Facebook que ironizan sobre el poco éxito que tiene este género televisivo. Sin embargo, los documentales sí que se ven. El número de emisiones en las generalistas y autonómicas se elevó en 2008 a 21.680, y en 2009 a 22.890, lo que supone un incremento del 5,6%, según el último informe de EGEDA (Entidad de Gestión de los Derechos de los Productores Audiovisuales). Un 49% fue en La 2. Esta tendencia se ha mantenido en 2010 y según explica José Manuel Pinillo, director de programación de La 2, "se ha incrementado" desde la reestructuración de su parrilla.

Quizá los documentales no congregan a las audiencias masivas de una supreproducción de ficción, un reality o un gran encuentro deportivo. Pero sí que tienen un público fiel que no llega a sus contenidos por las casualidades del zapping.

El perfil de espectador en las temáticas (Canal de Historia, National Geographic, Natura...) es mayoritariamente el de hombres entre 25 y 64 años.

En los últimos años, a los documentales de siempre se han sumado otros con enfoques insólitos. Fotógrafos de lo invisible (Odisea), por ejemplo, muestra cómo la fotografía hecha por ciegos es una disciplina desconocida con una importante acogida en museos.

¿Para qué sirve el culo?

También conocido como pompis, pandero, asentaderas... todos estos términos sirven para definir ese lugar donde la espalda pierde su nombre. Tras el trasero realiza un divertido análisis sobre las fantasías colectivas que se esconden detrás de una de las partes más admiradas de la anatomía. Aunque en la India prefieren el pelo. Allí, tal y como recoge India, el negocio del pelo (Odisea), la exportación del cabello se ha convertido en un negocio lucrativo.

Pero sin duda uno de los trabajos más impactantes ha sido En el vientre materno (National Geographic), que mostraba paso a paso y desde el interior cómo se gesta un embarazo.

Y a pesar de que todo está rodado, el género se reinventa. Canal de Historia intenta arrojar algo de luz a la reconstrucción de la cara de Jesucristo con El verdadero rostro de Jesús (sábado 25 dic, 16 h). Las técnicas en 3D descartan esa visión idealizada que hasta ahora se conocía por la de un hombre moreno y bajito. Será esta tecnología tridimensional, según los expertos, la que marcará el futuro del género.

"Sus oportunidades son increíbles. Permite mostrar el mundo con más detalle, pero queda mucho por desarrollar", dice Pilar Jiménez, directora general de National Geographic.

El 2011 tendrá como protagonista a uno de los animales más extraños: las sepias. Y es que este molusco tan familiar entre fogones es el invertebrado con el cerebro más grande en proporción a su cuerpo (La inteligencia de las sepias. Odisea. Lunes 10 de enero, 23 h).

Los clásicos nunca mueren

Los documentales sobre naturaleza siguen siendo lo más visto. Las nuevas tecnologías han ayudado, permitiendo rodar secuencias más arriesgadas como en Grandes migraciones (National Geographic), filmada a pie de tierra, desde el aire, en los acantilados más escarpados o bajo el agua, con cámaras diminutas y encuadres increíbles. Como señala Elena de la Cuadra, profesora y documentalista, "parece que nos hemos cansado de ver imágenes de sabana y lo que necesitamos es un poco de acción". La narración se dramatiza.

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