Rafa Nadal: el Tarzán de las pistas

  • Arropado por un sólido clan familiar, el tenista se transforma en samurái cada vez que salta a la cancha.
  • Fuera de ella posee gustos sencillos. Y ni un solo enemigo.
Rafa Nadal y su bíceps férreo.
Rafa Nadal y su bíceps férreo.
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Rafa Nadal y su bíceps férreo.

Los ojos están en tensión; la cabeza de la raqueta, alta. La pelota se aproxima a Rafa Nadal a 217 kilómetros por hora, un cohete amarillo que vuela limpiamente sobre la red manteniéndole la mirada. Cuando llega al lado del mallorquín, sopla sin pudor en su oído –ssshhhhhhh- y le abanica el rostro y la melena. El azote del drive la vuelve loca e inicia un baile giratorio de hasta 5.000 revoluciones. Entonces oye un "¡vamos!" fiero a su espalda. Se imagina los pulmones del deportista encarnados y se desvela. Antes de regalarle el punto definitivo al manacorí, le agasaja con una acrobacia suicida y liftada.

Es el momento en el que el entusiasmo se traslada a la grada "¡Campeón¡¡Monstruo!". Nadal eleva el brazo hacia el cielo mientras deja caer la cabeza hacia atrás, los dientes y los párpados apretados. Cuando cierra el puño, un torrente de glóbulos rojos y hematocrito trazan en su brazo relieves y dibujos. Al llegar a este punto, se desboca el bíceps, un bello macizo elevado, abrupto, que amenaza con romper la manga y que la vena basilar parte en dos. Si se arrodilla –esto sólo pasa a veces- el pantalón de la nueva temporada, más corto, se escurre fácilmente para dejar al aire la curvatura formidable del cuádriceps y la autoridad de los gemelos.

En ocasiones se tumba contra el suelo para sollozar de emoción. En estos casos, el público, conmovido, estalla en un aplauso cerrado.

"Es perfecto: abraza a Federer cuando llora y alaba al que se mete con él", respondió en una ocasión Santiago Mollinedo, presidente de la agencia Personality Media y experto en publicidad, tratando de explicar por qué este tenista se ha convertido en uno de los modelos promocionales más caros y cotizados del momento.

Nadal parece humano, bondadoso, ejemplar… Y cuando no trabaja, emplea parte de su tiempo libre y su dinero en tareas solidarias. Se dice que tras el Roland Garros se convirtió en el tercer tenista más rico del mundo, únicamente por detrás de Federer y Pete Sampras.

Un chico majo y formal

Incluso ha deslumbrado a la prensa extranjera, que elogia su simpatía, su inglés cada vez más fluido y su gran humildad: "Le gustan las cosas sencillas: la playa, el golf, la pesca…", escriben los reporteros anglosajones. "También, pasar mucho tiempo con la familia", añaden entre agradados y sorprendidos de la lealtad que un chaval de 24 años muestra por su clan, de que sea su tío quien le entrene a diario, de que viva en el mismo edificio que sus parientes y en la misma ciudad donde nació –Manacor-, y que pase los veranos en la playa donde lo ha hecho desde niño: Porto Cristo.

<p>Xisca</p>Incluso sus romances son de largo recorrido: a Nadal no se le conoce más novia que Xisca, una morena guapa y estilizada que circula en biquini, muy a su pesar, por las páginas de las revistas del corazón.

Cuentan que se conocieron a través de la hermana del deportista y que comenzaron su relación hace cinco años. Y que la joven, que se acaba de licenciar en Administración de Empresas, es una chica "centrada, seria, nada interesada por la fama, discreta y normal". "Nunca la verás en una discoteca o con bolsos de marca", afirma una prima del campeón. Ese tipo de cosas no van con ellos.

Diplomático... casi siempre

Ni en sus peores temporadas profesionales Nadal ha sido blanco de las críticas. Tampoco cuando realizó aquellas declaraciones en 2009 sobre la religión, a la que acusó de ser "la mayor causa de mortalidad de la historia" –luego insinuó que se refería a los radicalismos. Entonces, hasta los medios católicos encontraron la forma de disculpar a ese "gran muchacho" que, posiblemente, aventuraron, había sido malinterpretado. Cuando el mallorquín firmó poco después un manifiesto para apoyar la visita a España del Papa, todo quedó aclarado. Y es que Nadal inspira devoción en todos los sectores: cientos de canciones cuentan en Internet, y en todos los idiomas, sus proezas y desde 2008 su nombre identifica un nuevo y brillante asteroide.

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