La colocación de la primera piedra ha servido para iniciar las obras del nuevo edificio 'I+D+i' de la Universidad de Salamanca (USAL), que estará concluido según las previsiones en el año 2013.

En este acto de apertura de obras han estado, entre otras personalidades de las administraciones salmantinas y de la institución académica, los consejeros de Educación e Interior y Justicia de la Junta de Castilla y León, Juan José Mateos y Alfonso Fernández Mañueco, y el rector de la USAL, Daniel Hernández Ruipérez.

El edificio de "última generación", ubicado en el solar de la calle Espejo de la capital salmantina, tendrá un coste de 14.495.000 euros, que serán aportados por fondos europeos en el 80 por ciento del total y el resto por fondos propios de la Junta de Castilla y León.

En este inmueble, que será "francamente bonito", se prevén ubicar servicios de investigación e innovación de la Universidad, tal y como ha señalado Daniel Hernández Ruipérez.

Asimismo, ha destacado que será "uno de los edificios más importantes del Campus de Excelencia Internacional" y un "claro ejemplo" de colaboración entre entidades nacionales, autonómicas y universitarias. 11.000

Metros cuadrados

El edificio 'I+D+i' contará con una superficie construida total de aproximadamente 11.000 metros cuadrados, repartidos en cinco plantas, dos de ellas subterráneas. El objetivo general de esta nueva infraestructura es el fomento y el desarrollo de la investigación y la innovación en el seno de la Universidad de Salamanca.

Específicamente, estarán servicios universitarios como el Centro de Producción Digital e Innovación Tecnológica, el Servicio de Espectometría de Masas o el de Secuenciación de AND, entre otros, dependencias de Ciencia y Tecnología y de Desarrollo Informático, así como seminarios, salas de reunión y laboratorios.

En las dos plantas situadas en el sótano del edificio se incorporarán una serie de instalaciones y almacenes, así como un aparcamiento con capacidad para 139 plazas, según la información facilitada por la USAL.

Contará además con una serie de sistemas dirigidos al ahorro energético y la seguridad, así como una adaptación a las nuevas tecnologías, aportando, entre otros elementos, pizarras digitales y gestión automatizada de las instalaciones, por todo lo cual se configura como una infraestructura a la vanguardia de la tecnología del momento.

El director de la obra es Eduardo Dorado, arquitecto director del Servicio de Infraestructuras de la Universidad de Salamanca, y la empresa constructora es Dragados.