El Parlamento de Cantabria ha dado luz verde este viernes a la nueva reforma fiscal del Gobierno cántabro, que actúa sobre varios impuestos, entre ellos el tramo autonómico del IRPF, para conseguir una "redistribución progresiva" de la carga tributaria y, al mismo tiempo, elevar en unos 20 millones de euros la recaudación para las arcas regionales.

Esa reforma se incluye en la Ley de Medidas Fiscales y de Contenido Financiero, la conocida como Ley de Acompañamiento, aprobada en el Pleno con los votos a favor de socialistas y regionalistas y la oposición del PP. Previamente, PSOE y PRC rechazaron las 16 enmiendas defendidas por el Partido Popular.

La oposición ha rechazado esta reforma fiscal porque, desde su punto de vista, aumentar la presión fiscal no contribuye a solucionar los problemas sino a "agravarlos".

En este sentido, el diputado 'popular' Julio Bartolomé ha señalado que no se puede "negar" la crisis durante tres años, no tomar medidas para atajarla y proponer al cabo del tiempo una subida de impuestos, ya que no mejora la competitividad, sino que la "empeora" y, en consecuencia, se crea menos empleo.

Frente a ello, ha abogado por una "revisión profunda" de todos los gastos y subvenciones de todas las empresas públicas, que están "generosamente financiadas".

La socialista Ruth Carrasco ha respondido que la reforma fiscal es "razonable" y cree que los ciudadanos comparten esa visión. Ha destacado su "carácter progresivo", se ha mostrado "partidaria de pedir un pequeño esfuerzo" a quienes más tienen y ha subrayado que "no se puede mentir diciendo" que la carga de esta reforma "recae sobre las clases medias y bajas". Es más, ha dejado claro que en el caso de la modificación del IRPF afecta a menos de 5.000 declarantes.

También ha respaldado el nuevo impuesto sobre las bolsas de plástico de un solo uso y, de hecho, ha regalado al diputado del PP una bolsa reutilizable para demostrar que la voluntad del Gobierno con esta medida no es "recaudar" como sostiene la oposición, sino concienciar a los ciudadanos, que no pagarán ese impuesto si utilizan bolsas reutilizables.

En términos similares, la regionalista Alodia Blanco ha recalcado que la reforma sólo pide un "pequeñísimo esfuerzo" a las clases más altas y se ha preguntado "qué concepto tiene" el PP de clases bajas o medias, cuando, por ejemplo, en el caso de la modificación del tramo autonómico del IRPF se trata de una reforma "marginal" que sólo va a afectar al 1,7% de los contribuyentes, los que ganan más de 67.707 euros.

La diputada, que está segura de que los ciudadanos son "mucho más generosos" que el PP, ha defendido también la fiscalidad verde con medidas como gravar el consumo de bolsas de plástico y ha opinado que en materia ambiental el Partido Popular actúa como un "péndulo", de forma que la diputada Isabel Urrutia tan pronto parece una activistra de Greenpeace, como apoya "contaminar como locos" con el uso de bolsas.

Medidas de la reforma

La reforma fiscal actuará sobre varios impuestos, incluido el tramo autonómico del IRPF, que se divide en cuatro tramos y que se irá incrementado entre 0,5 y 3 puntos a partir de los 67.707 y hasta más de 120.000. En conjunto, el tramo final supondrá un 46% si se suma lo contemplado por el Gobierno central en su última revisión.

Se mantienen las deducciones a colectivos como los jóvenes, las personas dependientes o con discapacidad, y se modifica la actual deducción de la cuota por adquisición o rehabilitación de segunda vivienda en municipios con problemas de despoblación, transformándola en una deducción tanto de primera como de segunda vivienda, de 600 euros en el primer caso y de 300 en el segundo.

Además, la reforma amplía el ámbito de aplicación de las bonificaciones autonómicas de la cuota tributaria (99%) en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, y crea un nuevo impuesto ecológico, que afecta a las bolsas de plástico de un sólo uso, las que no son biodegradables, que se gravan con cinco céntimos por bolsa.

En cuanto a las tasas, con carácter general se actualizan los tipos de cuantía fija para el próximo año en un 2 por ciento, que es el objetivo de inflación del Banco Central Europeo para el conjunto de la UE en 2011.

Asimismo, el Gobierno de Cantabria incrementará el impuesto de matriculación en función del grado de contaminación y de emisiones de CO2 a la atmósfera. Así, pasará del 9,75% al 11% en los vehículos que emitan entre 160 y 200 gramos de CO2, y del aproximadamente 14,75 actual a en torno al 16% para los que superen esos 200 gramos.