La bloguera cubana Yoani Sánchez ha confirmado que una vez más no recibió el permiso del Gobierno de la isla para, en esta ocasión, recoger el premio Príncipe Klaus en Holanda, pero dijo que lo recibirá en La Habana en enero próximo.

Sánchez declaró que realizó con cinco semanas de anticipación todos los trámites ante las autoridades de inmigración de la isla, pero no ha recibido respuesta sobre el permiso para viajar al extranjero y su interpretación es "un no".

"Esta sería la novena vez que lo solicito (el permiso de salida) en dos años y medio sin resultado", señaló Sánchez, autora del blog Generación Y, que ha ganado varios premios en distintos países.

Sánchez indicó que tenía boleto de avión para el pasado día 14 aunque "hoy (por el jueves) sería el último momento para volar a Holanda por lista de espera, pero sin 'tarjeta blanca' (autorización) no me puedo ir al aeropuerto".

No obstante, manifestó que en la ceremonia de este viernes "estarán mis palabras" y avanzó que el próximo 10 de enero recibirá el premio Príncipe Klaus"en La Habana.

Además, dijo que intentará viajar a España en febrero venidero para recoger el Premio Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos que le otorgó la Universidad Pública de Navarra, y también asistir al lanzamiento de su libro Un blog para hablar al mundo, publicado por la editorial hispana Anaya.

La bloguera cubana de 35 años recibió el premio español Ortega y Gasset de Periodismo Digital del año 2008 y en 2009 fue distinguida con una mención del María Moors Cabot de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, y desde entonces ha recibido otros galardones e invitaciones para asistir a congresos y otros actos.

En ninguna de esas ocasiones pudo recibir los galardones personalmente por la negativa del Gobierno cubano a dejarla viajar.

Tampoco dejaron viajar a Fariñas

La noticia del veto a Yoni Sánchez se produce días después de que el disidente cubano Guillermo Fariñas tuviera que quedarse en la isla al impedirle el Gobierno viajar a Estrasburgo para recoger el premio Sájarov de derechos humanos que concede el Parlamento Europeo.