El presidente de la Denominación de Origen, José Bernabeu, ha explicado que "esta previstos que sólo durante esa noche —Nochevieja— se consuman 1,5 millones de kilos de uva embolsada del Vinalopó".

Por ello, durante estos días los municipios alicantinos del valle del Vinalopó se afanan en las tareas de recolección de la variedad 'Aledo' para confeccionar las doce uvas de la suerte que se comerán el 31 de diciembre.

Esta variedad de uva, de la que este año se recolectarán cerca de seis millones de kilos es la más tardía y se caracteriza por una coloración uniforme y piel fina.

En total, recogido ya el 90 por ciento de la producción total, la presente campaña de uva se cerrará con un total de 14 millones de kilos recolectados, de los que el 40 por ciento corresponde a la variedad 'Aledo', mientras que el 60 por ciento restante, a la variedad 'Ideal' y 'Rosetti'.

Desde la Denominación de Origen han apuntado, no obstante, que la campaña de recogida de esta fruta ha estado marcado en 2010 por el pedrisco caído durante el pasado mes de mayo.

La tradición de acompañar las campanadas con doce granos de uva se remonta al año 1896. En 1898, el periódico 'El Imparcial' ya hacía referencia a esta costumbre, de la que decía que todo "comenzó a modo privado en las casas acomodadas y banquetes de lujo", "copiado de la burguesía francesa, que solía tomar el champán con uvas", ha señalado la misma fuente.