Todos los grupos del Parlamento vasco, con la excepción del PSE-EE, que ha votado en contra, ha aprobado una iniciativa que insta al Gobierno central a buscar "la mejor solución posible" para impedir el cierre de la empresa Babcock Power, ubicada en Trapaga (Bizkaia).

El pleno del Legislativo vasco ha aprobado una proposición no de Ley del PNV, PP, Aralar, EA, EB y UPyD, a través de la que insta al Ejecutivo central, y en concreto a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), a "informar, con carácter urgente, sobre el grado de incumplimiento de los compromisos adquiridos y pactados en el proceso de privatización de Babcock Power España".

Además, el texto urge al Gobierno español a abrir, "de forma inmediata", una mesa de negociación entre todas las partes implicadas en la empresa Babcock Power España: SEPI, el accionista ATB/AEE y la parte social.

El objetivo de dicha negociación, según señala el texto aprobado por la Cámara, debe ser la búsqueda, "desde el diálogo y la negociación" de "la mejor solución posible que impida el cierre de esta empresa, y, en consecuencia, para asegurar los más de mil empleos que, entre directos e indirectos, genera esta compañía".

La iniciativa recuerda que la factoría se encuentra "en una comarca ya de por sí industrialmente muy castigada por los sucesivos procesos de reconversión que ha sufrido". Asimismo, muestra la solidaridad y el apoyo del Parlamento "a las justas reivindicaciones de la plantilla". PSE

El PSE, que ha votado en contra de la proposición, había presentado una enmienda de totalidad en la que instaba a "las partes implicadas en la empresa a abrir de forma inmediata una mesa de negociación en la que participaría la SEPI, para buscar la mejor solución posible que impida el cierre" de la planta.

Además, tras recordar también el empleo que mantiene la empresa y la afección de la zona por "los sucesivos procesos de reconversión", expresaba su solidaridad con la plantilla.

Durante el debate, trabajadores de Babcock que seguían la sesión desde la tribuna han proferido gritos en contra del cierre de la planta, por lo que la presidenta de la Cámara, Arantza Quiroga, ha ordenado su expulsión.