Con razón, ellos cimentaron un puente hacia el futuro –en un tiempo no tan remoto–, cuando el universo musical estaba segregado entre la tecnofobia y los tecnófilos. La alquimia vuelve a estar de moda, abstemios y lisérgicos. Dancen rock... ¡pero no es rock!, dancen tecno... ¿pero es tecno? Regresan los Hermanos Químicos. La bomba atómica Presentarán su último disco probeta, facturado en su laboratorio de ritmos clandestinos: Push The Button, la continuación descafeinada del exitoso Come With Us (2001). En él no se repite el himno Hey boy, hey girl del Surrender (1999), que hizo que medio mundo observase a aquellos alucinados compañeros de Manchester. Creían en el poder de la música y la heterodoxia como músculo básico, en el pulso digital entre la era pos-punk y el rock alternativo. Pero su caldero de sueños sigue activo. Tom Rowlands y Ed Simons creen en su matrinomio de 1989. Su primer niñito, el tema Song of the Siren, no acabó de cuajar con apenas 500 copias. Así que pensaron en la química del amor para parir su primer gran bombazo, Exit Planet Dust (1995), y encontraron el secreto de la bomba atómica. ¿Será su fusión capaz de tomar una vez más Tokio, París, Madrid...? * La Cubierta. Maestro, 4 (Leganés). S, 20.45 h. 35,20 euros.