Los sindicatos CCOO y UGT han movilizado este jueves frente a la Delegación del Gobierno a varios cientos de personas para mostrar su rechazo a las medidas adoptadas por el Ejecutivo que "recortan los derechos de los ciudadanos" y también contra la reforma laboral.

La de hoy es una de la una manifestación que se enmarca en las organizadas a nivel europeo y que sirve de preámbulo de la manifestación que tendrá lugar el próximo sábado, 18, en Oviedo, paralelamente a las que tendrán lugar en cada capital de provincia.

El secretario de UGT, Justo Rodríguez Braga y el de CCOO, Anatonio Pino, han vuelto a criticar las últimas medidas anunciadas por el Gobierno: la eliminación de la paga de 426 euros a los parados, la privatización de parte de AENA y las loterías del Estado y los recortes de impuestos a las empresas.

"Hay otra forma de gobernar, deben pagar los que más tienen y no puede seguir permitiéndose que las consecuencias de la crisis recaigan siempre en los hombros de los trabajadores. No estamos dispuestos a admitir más recortes", dijo Rodríguez Braga.

Por eso la intención de las organizaciones, según Braga, "es la movilización que vamos a continuar, pues el conflicto sigue abierto y los recortes y medidas se amplían, no hay reformas sino continuos derechos y recortes del estado del bienestar".

Por su parte el líder de CCOO, Antonio Pino, manifestó que el Gobierno debe explicar a los ciudadanos por qué tiene tanta prisa en reformar el sistema de pensiones y criticó que el Ejecutivo amenace además con decretar sobre la negociación colectiva.

Antonio Pino auguró que la del sábado será una gran manifestación y dejó claro que la misma no podrá compararse con la de la huelga general, porque el contexto es diferente. No obstante insistió en que se trata de dejar claro que la movilización "no se acaba".

En este sentido, Antonio Pino manifestó que de mantenerse la actual línea de medidas, "no sería descartable otro escenario de huelga general".