Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el procesado, identificado como O.P.D., ha mantenido una relación sentimental durante nueve años con la víctima, M.C.R., con la que convivió los últimos once meses en un domicilio de la capital hispalense.

Añade que el día 2 de octubre de 2009 la víctima viajó a Cuba para reencontrarse con sus familiares, una estancia durante la cual "mantuvo una fuerte discusión telefónica" con el encartado por motivos económicos, decidiendo el inculpado "esperar a que su compañera regresara a España para resolver la controversia".

En este sentido, el fiscal apunta que la víctima regresó a España el día 2 de noviembre de 2009, aunque no fue hasta el siguiente día cuando llegó al domicilio familiar, encontrándose en el dormitorio con el acusado, quien "sin más le imprecó 'pero qué descarada que eres, tan gordísima y lo arreglada que vienes'".

Golpes y puñetazos en el sofá

Así, la mujer "ignoró el comentario" y abrió el armario para cambiarse de atuendo y ponerse su uniforme, "lo que desató la ira del acusado, quien le propinó un puñetazo en la espalda" para a continuación golpearle "de forma incesante" en la cara y la cabeza, provocando que la víctima cayera aturdida sobre el sofá, "donde continuó lanzándole golpes y puñetazos".

De este modo, pone de manifiesto que, en un momento dado, el inculpado se dirigió hacia la cocina, haciéndose con un cuchillo con el que regresó a la habitación, logrando entrar en la estancia "pese a los intentos por impedirlo" por parte de su pareja sentimental. Una vez en el interior, "y con el único propósito de acabar con la vida de la víctima", le asestó dos pinchazos en el abdomen y otro en la nalga.

Tras ello, el imputado "hizo además de abandonar el lugar, si bien regresó sobre sus pasos para propinarle un fuerte puñetazo en la boca", saliendo a continuación al rellano y encontrándose con una vecina, "a quien le pidió que llamara a la Policía". Una vez en la calle, el encartado se encontró con dos agentes de la Policía Local, a quienes "contó el episodio", procediéndose a su detención.

Por estos hechos, la Fiscalía solicita para el acusado nueve años y once meses de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa, así como la prohibición de aproximarse a la víctima y a su domicilio en un radio de 500 metros.