Inmunotoxinas basadas en vegetales para conseguir un fármaco que permita destruir células cancerosas.

¡Tradúzcalo!

Cómo eliminar tumores. Un tumor es una masa celular que se alimenta de sangre a través de una red de vasos sanguíneos. Bien, en vez de atacar directamente a las células, que puede causar daños en tejidos sanos, atacamos esos vasos sanguíneos. Y así, si al tumor no le llega sangre, termina muriendo.

¿Y esto cómo se hace?

Primero con un anticuerpo que actúa como un orientador de misiles. Es un guía capaz de identificar un blanco y conducir hasta él. Segundo, la carga explosiva, que es una proteína que sólo suelta toxicidad una vez dentro de la célula.

Es un gran avance, ¿no?

Lo es, pero hay que ser muy prudentes. Es sólo una prueba experimental. Para que se convierta en realidad tiene que superar muchas fases, es un proceso muy largo. Los medicamentos de hoy comenzaron a investigarse hace 20 años.

¿En qué punto están?

Comenzamos en el 91, en el 93 tuvimos los primeros resultados y ahora experimentamos en ratones con distintas dosis.

¿De dónde sale la proteína?

Pues hasta encontrar la que necesitábamos buscamos en cerca de 300 plantas. Al final resultó ser la nigrina, que se obtiene del saúco negro. No fue casualidad, pero curiosamente es un árbol que tenemos cerca del laboratorio.

¿Cuánta gente ha participado en el proyecto?

Muchísima. En los últimos años he dirigido 20 tesis y la mayoría añadían aportaciones. Hemos colaborado con muchos otros departamentos, facultades e institutos.

¿Hay una carrera mundial investigadora?

Es una lucha por obtener resultados tanto en Europa como en los Estados Unidos. En España sólo se destina un 1% a investigación. Eso es como competir en Fórmula Uno con un seiscientos.

Y sin embargo han tenido resultados...

Sólo somos una mota de polvo en la gran lucha global contra el cáncer. Estamos muy concienciados porque, ¿quién no tiene alguien cercano que ha sufrido cáncer?

¿Su mayor satisfacción?

Pues ver tu trabajo en la portada de las mejores publicaciones científicas… es maravilloso.

¿Y decepciones?

Cuando después de un reconocimiento internacional y una vida trabajando, te niegan fondos para una investigación. Eso te tumba.

Bio. Tiene 54 años, lleva desde los 22 como investigador y llegó   con dedicación exclusiva a la Universidad de Valladolid en 1986, dos décadas.