Una responsabilidad muy grande. Al mismo tiempo me embarga una gran alegría y un enorme agradecimiento hacia el presidente y la junta de gobierno de la Agrupación de Cofradías por haberme nombrado pregonero. Esto lo es todo para un cofrade.

¿Había soñado alguna vez con este nombramiento?

Nunca me había imaginado que iba a llegar a serlo. Si lo hubiese pensado, seguro que no me lo habría creído.

¿Cómo se ha enfrentado al papel en blanco?

Es muy difícil. Concentrar toda la Semana Mayor y mis vivencias en un texto es complicado. Pero estoy muy contento con lo que llevo escrito. Escribo disfrutando.

¿Ya lo tiene terminado?

Prácticamente, sí. Si no hubiera sido por el problema que he tenido en un brazo, ya estaría totalmente listo.

¿Cómo lo va a enfocar?

El pregón va a ser mi pregón, modestamente hablando. La primera parte la voy a dedicar al hoy y al ambiente de las hermandades, además de todo lo que las rodea. Después, la ley no escrita del pregón, que es la que se refiere más directamente a las cofradías y los titulares. No será crítico.

¿Cómo será la parte musical?

La banda de música de la Esperanza interpretará varias marchas y el decorado del escenario será muy sencillo.

¿Quién llevará el protocolo del acto este año?

(Risas) No lo sé. A lo mejor se encarga Pepe Ríos, compañero de la comisión de protocolo de la Agrupación de Cofradías.

BIO

Tiene 65 años. Trabajó en Iberia y le apasiona la música clásica. Es jefe de protocolo de la Agrupación de Cofradías.