El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña (IU), ha culpado de las inundaciones en las parcelaciones del entorno del aeropuerto y el resto de zonas de la ribera del Guadalquivir a "un problema de regulación de los embalses", por lo que considera que "algo no se está haciendo bien", teniendo en cuenta que las lluvias caídas tampoco supone una cifra histórica para la ciudad.

En rueda de prensa, el alcalde ha manifestado que no es normal que en un año se hayan producido dos inundaciones, por lo que ha manifestado que "algo no se está haciendo bien" por parte de la Agencia Andaluza del Agua y "alguien tiene que asumir responsabilidades con lo que está pasando".

De este modo, el alcalde propone debatir esta situación en el Parlamento andaluz porque cree que se han cambiado los criterios de regulación, ya que en un año ha ocurrido dos veces una situación que no pasaba desde hace 50. En concreto, las zonas más afectadas actualmente son Ribera Baja y calle La Barca, en la barriada periférica de Alcolea. Por otro lado, se encuentran Pilar de la Vega, Las Cigüeñas, parte de las Quemadillas, La Forja, los alrededores del aeropuerto, Fontanar de Quintos y Majaneque.

Por este motivo, 21 personas, de las que nueve son menores, han tenido que ser atendidas esta noche en la casa de acogida de Campo Madre de Dios, además de otra persona dependiente que está siendo asistida en la residencia de mayores. Asimismo, el Ayuntamiento está trabajando en el realojo estable de 14 familias afectadas del entorno del aeropuerto.

En la parte de Alcolea, se está llegando a una situación de normalización en las tres zonas donde se están efectuando labores de limpieza, mientras que en las parcelaciones del aeropuerto no se permite el acceso con vehículo, pero sí peatonalmente. En la calle Pacífico, en la parcelación de Fontanar de Quintos, se está achicando agua, mientras que en Majaneque se está a la espera de que baje el nivel del agua. El Ayuntamiento mantiene el Plan Local de Emergencia, aunque estudia bajarlo al nivel uno.

De este modo, el primer teniente de alcalde, Rafael Blanco (PSOE), considera que ahora es el momento de ayudar a los vecinos y no de buscar enfrentamientos entre instituciones. Según Blanco, las administraciones tienen que colaborar entre ellas y una vez que haya pasado la situación de emergencia intentar encontrar soluciones entre todos.

En cuanto al resto de la ciudad, el alcalde ha explicado que la red de saneamiento "ha respondido perfectamente" y solo ha habido incidencias en el casco urbano con motivo del desbordamiento de algunos arroyos, así como cuatro viviendas que se han visto perjudicadas en la zona de Miralbaida a consecuencia de las obras de urbanización del área de Huerta Santa Isabel.

En concreto, el arroyo de la Miel ha provocado una retención de tráfico en la glorieta de la N-IV, en el polígono industrial de La Torrecilla, así como que el que pasa por la barriada del Higuerón, que cortó la carretera, o el arroyo La Lancha, que afectó igualmente a la vía de circulación en Alcolea.

Por otro lado, el alcalde ha criticado la tardanza de las ayudas del Gobierno central en relación a las inundaciones del pasado mes de febrero y ha aclarado al subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, que el Ayuntamiento ha justificado su solicitud de ayuda, por lo que le ha pedido que, ante la falta de pago, si es necesario aportar algún dato más que se lo comunique por escrito.

Sobre la polémica en cuanto a la permisividad a las parcelaciones en el entorno del aeropuerto, el responsable de Urbanismo, Francisco Tejada (IU), ha manifestado que éstas se consolidaron con el mandato del PP en el periodo 1995-1999, y posteriormente, la corporación municipal del periodo 1999-2003 aprobó el PGOU reconociendo esa realidad que existía porque había que darle respuesta, atendiendo a la particularidad de cada una.