Un estudio realizado entre el Instituto de Geofísica de Pekín y la Universidad de Zaragoza mejora el conocimiento de la corteza terrestre en el sureste de China y establece un modelo para la propagación de ondas sísmicas y la localización más precisa de los terremotos.

Se trata del trabajo de investigación titulado 'Estructura de la velocidad sísmica de la corteza y el manto superior en el sureste de China', que profundiza en las propiedades elásticas de la Tierra y su relación con la velocidad de las ondas sísmicas.

En el artículo citado se analiza cómo está constituido el interior de la Tierra, sus propiedades elásticas, lo que se traduce en la velocidad de las ondas sísmicas. El interés de este trabajo radica en que desde ahora se dispone de un modelo regional de Tierra que permite conocer los detalles estructurales de la zona estudiada, a la vez que sirve para realizar estudios de simulación de transmisión de ondas y para comparar datos reales con datos sintéticos (obtenidos con ordenador a partir de modelos).

Este artículo científico, publicado en el 2005 en la revista Tectonophysics, es uno de los más citados por la comunidad internacional en el ámbito de la Geofísica en el último quinquenio. Precisamente, el catedrático de Física de la Tierra de la Facultad de Ciencias de Zaragoza, José Ignacio Badal, ha participado como segundo autor en esta investigación, dirigida por el profesor Zhang, del Instituto Geofísica de Pekín de la Academia de Ciencias de China.

Esta colaboración entre ambas instituciones académicas y estos resultados científicos se enmarcan dentro del vigente acuerdo de colaboración firmado por el Instituto de Geofísica de Pekín y la Universidad de Zaragoza en el 2003.

Un nuevo artículo

Próximamente, el mismo grupo de investigación publicará en otra revista de alto índice de impacto otro artículo científico, más extenso, en el que se muestra una visión general de la corteza terrestre bajo todo el continente chino.

La necesidad de avanzar y de disponer de herramientas y conocimientos que permitan analizar mejor y predecir los movimientos sísmicos, y reducir así las consecuencias de los terremotos, es uno de los objetivos de la colaboración entre investigadores de Pekín y la Universidad de Zaragoza.

De hecho, en junio del 2009, la Universidad de Zaragoza acogió la primera reunión entre ambos países en el campo de la Geofísica, tanto en lo que se refiere a la parte fluida de la Tierra como a su parte sólida, y que se desarrolló en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

Los participantes abordaron diferentes cuestiones desde la predicción del clima, circulación oceánica, sistemas de referencia y localización, geomagnetismo, modelado de estructuras terrestres, tomografía sísmica, relocalización de terremotos, fuente sísmica, detección y discriminación de eventos sísmicos, hasta peligrosidad símica y reducción de riesgos naturales.

El interés por establecer relaciones de cooperación permanentes entre China y España en el campo de la Geofísica se centra en dos objetivos principales: el desarrollo de proyectos de investigación de interés mutuo y la puesta en práctica de un programa de intercambio de estudiantes de postgrado.

La investigación en Geofísica en China es ahora, si cabe, más intensa que en otros países europeos, debido sobre todo al alto índice de actividad sísmica que el país registra habitualmente. De hecho, hace dos años, el 12 de mayo del 2008, tuvo lugar en la región china de Sichuan, una zona de muy difícil acceso, un gran terremoto destructivo de magnitud Mw 8.0, considerado la peor catástrofe natural de la historia china. El terremoto provocó 70.000 muertos, 18.000 desaparecidos y cinco millones de personas sin casa.