El presidente de los hosteleros de Teruel, Fernando Cánovas, ha opinado que la nueva Ley del Tabaco, que entra en vigor el 2 de enero y prohibirá fumar en todos los bares, cafeterías o restaurantes, incluso dentro de las zonas de fumadores que se habilitaron con la Ley que actualmente está en vigor, "va a hacer muchísimo daño". A su juicio, va a ocasionar pérdidas económicas en los establecimientos, al tiempo que les generará "conflictos con los clientes, al tener que prohibirles que fumen".

En declaraciones a Europa Press, Cánovas ha apuntado que "esta Ley tan contundente nos va a hacer muchísimo daño". Según ha dicho, "va a haber una bajada de ingresos" en estos establecimientos, puesto que "muchas veces la excusa para fumarse un cigarro era tomarse un café y eso nos va a afectar".

Además, Fernando Cánovas está seguro de que la entrada en vigor de esta normativa "nos va a crear muchos conflictos con nuestros clientes. Se nos ha puesto la obligación de prohibir a nuestros clientes que fumen en nuestros establecimientos". Así que el presidente de la Asociación de Hosteleros de Teruel cree que la nueva Ley "va a ser un problema por todos los lados".

Además, ha recordado que cuando, en 2005, entró en vigor la anterior norma, "hicimos una inversión que ahora se va a perder". Por eso, durante la tramitación de la actual Ley han pedido que "haya una zona de fumadores sin servicio para no perjudicar al camarero, pero que nos permitiría utilizar estas zonas en las que los hosteleros hicieron una inversión hace muy poco tiempo y que, si esta Ley sigue adelante, nos va a servir para nada". De ahí que estén "más indignados" porque "la anterior Ley no fue clara desde un principio".

Aún así, Cánovas busca "la nota positiva" y es que, recientemente, el Senado ha aprobado "las peticiones que hacíamos desde la Federación Española de Hoteles y Restaurantes". Y es que, la Comisión de Sanidad de la Cámara Alta aprobó que los establecimientos hosteleros puedan reservarse hasta un 30 por ciento del espacio para fumadores. Además, permitiría que la Ley entrara en vigor en julio.

Cánovas reconoce que es tan sólo "una pequeña victoria", porque "el Gobierno tiene las cosas muy claras y no quiere aceptar las peticiones de la hostelería". Aún así, "por lo menos vemos que en el Senado se ha aprobado y a ver si sirve de algo", ha deseado.