Todavía no la ha visto nadie, pero Lady Gaga, la diosa del plexiglás, debe rondar Barcelona, donde esta noche ofrecerá un concierto en el Palau Sant Jordi. Las entradas para el gran evento están agotadas desde hace semanas.

El show forma parte de su gira europea The Monster Ball Tour, en el que interpretará temas como Poker Face, Telephone o Bad Romance, aclamados llenapistas que han convertido a la excéntrica artista en un icono pop.

Algunos de sus fans ya esperan en el recinto para ser los primeros en acceder a éste y poder así seguir desde la primera fila cualquier movimiento de la diva. Esta podría hacer su gloriosa aparición vestida de monja psicodélica -como hizo en Milán- o de negro riguroso y con velo de viuda, look con el que se paseó por las exclusivas tiendas de moda de la ciudad italiana.

Se espera que la estadounidense  interprete además algún tema de su próximo álbum, Born this way, que tiene su lanzamiento a principios de 2011. Hasta ahora, las críticas a estos nuevos singles que ha entonado ya en sus conciertos europeos anteriores no parecen haber despertado el entusiasmo de la prensa especializada. Sin embargo, Gaga asegura que se trata del mejor trabajo que ha hecho hasta ahora.

Su próximo destino será Madrid, donde tocará el próximo domingo. Tampoco para este directo queda ni una sola entrada.