Cientos de pasajeros forman colas en el Aeropuerto de Lavacolla ante el mostrador de Aena, las oficinas de atención de las diversas compañías aéreas y operadores turísticos, con el objetivo de realizar reclamaciones por los perjuicios ocasionados por los retrasos o cancelaciones de sus vuelos.

En medio de una gran confusión debido a la falta de información, Guadalupe Quintana ha criticado, en declaraciones a Europa Press, el "caos y desastre" que se viven el aeropuerto, sumado al cansancio de varias horas de espera y el enfado que comienza a hacer mella entre los afectados.

En concreto, muchos pasajeros han recriminado que Aena se ha quedado temporalmente sin hojas de reclamación "y en el caso de proporcionarlas lo hacen sin el sello correspondiente de entrada", ha denunciado Quintana.

La cafetería está abarrotada, y hay decenas de personas tumbadas en el suelo, escaleras o butacas. Aunque según ha apuntado la Policía Nacional a Europa Press, a pesar de la mezcla de indignación e impotencia por la situación, no se ha registrado ningún incidente destacable más allá de algunas discusiones y momentos de tensión puntuales.

Al lado de un gran cartel de Iberia en el que se puede leer "Nuestro objetivo es la puntualidad" una cola conformada por decenas de personas se agolpan ante el mostrador de la compañía aérea, mientras a escasos metros una niña juega subida a un avión de juguete situado en la entrada del aeropuerto.

A mediodía, un trabajador de un operador turístico se acerca a informar a diversos pasajeros que han contratado un paquete de viaje con destino a Marrakech o Praga de que "quien quiera irse puede hacerlo".

Entre los viajeros que allí se encuentra, Virginia Prieto explica a Europa Press que tanto ella como su marido y su hijo pequeño llevan en Lavacolla desde las 7.30 horas de este sábado sin visos de obtener una solución. Por ello, han consultado a su abogado cómo presentar una denuncia por vía judicial, que según ha dicho, pueden realizar contra el colectivo de controladores en su conjunto, o contra el turno concreto que afecta a su vuelo, para lo cual necesitan los nombres de los controladores que nadie les dice.

INDIGNACIÓN

En la cola de información de Aena, uno de los afectados apunta que lleva más de 18 horas en el aeropuerto sin que le hayan expresado ningún tipo de justificación. La mujer que le ha atendido le ha entregado amablemente un folleto sobre los derechos del pasajero, y le ha explicado que superadas "unas horas estipuladas de retraso" la compañía tiene que hacerse cargo de las necesidades del viajero, aunque en su caso no ha ocurrido.

Entre los comentarios de los viajeros afectados desde hace varias horas, se encuentran las quejas por la escasa atención recibida, ya que muchos de ellos han dormido en el propio aeropuerto y no han recibido ningún tipo de alimento o servicio.

Todo ello, con críticas a las "estrategias" de las compañías para no cancelar vuelos y "perjudicar" a los viajeros, ya que existe el temor entre los usuarios de abandonar el aeropuerto en los vuelos declarados en estado de "retraso" y poder perder sus derechos.

Asociación de ayuda humanitaria

Entre los diversos casos de pasajeros que han quedado en tierra sin poder llegar a su lugar de destino se encuentra una asociación de ayuda humanitaria que tenía el objetivo de viajar a Tinduf en el Sáhara.

De hecho, algunos de sus miembros han tenido que volverse a sus lugares de origen como Asturias ya que algunos de los productos perecederos que iban a trasladar al continente africano corrían el riesgo de perderse. Así, decenas de maletas llenas con medicinas, comida y ropa llevan horas en Lavacolla sin poder llegar a su destino.