A la espera de conocer la ubicación definitiva del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos radiactivos, la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs II (Anav) continúa con los trámites para construir en la central de Ascó un almacén individual (ATI) exterior, pues las piscinas de la central de Ascó agotarán su capacidad en 2013 (Ascó I) y 2015 (Ascó II). En Vandellòs existe capacidad hasta 2020.

"Es una medida transitoria hasta que llegue el ATC; si no hiciésemos el almacén y no se desbloquea la decisión sobre el almacén centralizado, sencillamente no podríamos seguir operando", ha explicado a los medios el director general de Anav, José María Grávalos, que ha recordado que este tipo de instalaciones "ya se han hecho en Guadalajara (Trillo y Zorita)".

"Lo más complicado es la burocracia, que exige mucho tiempo, más que la construcción en sí misma", ha afirmado. Anav prevé que el ATI esté terminado "en algo más de un año".

A día de hoy, sin embargo, Anav no ha logrado la luz verde en ninguno de los tres trámites exigidos, el vinculado a la seguridad nuclear (Ministerio de Industria), "que es muy complejo", el medioambiental (Generalitat), "con plazos muy largos en el tiempo", y la licencia de obras (Ayuntamiento).

"Hemos presentado en enero la documentación en las tres ventanillas, y confío en el Estado de derecho", ha manifestado Grávalos.

La responsabilidad nuclear, desde el aspecto de la seguridad, corresponde a Anav, mientras que Enresa financiará la gestión de residuos, y en concreto invertirá 16 millones de euros en los contenedores para los residuos.

El director general de Anav ha informado que en la actualidad prácticamente se ha abandonado el reciclaje del uranio, ya que resulta "extraordinariamente caro y, sin un esfuerzo especial de búsqueda, hay mineral de uranio para entre 85 y 100 años".