El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a cinco años de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de su hijo, por un periodo de siete años, que fue impuesta a Susana G.J. por las lesiones graves que causó en Albacete a su bebé de tan sólo dieciséis días en 2008, al pegarle para que dejara de llorar. Igualmente, el alto tribunal confirma la indemnización de 423.100 euros que debe abonar al niño por las secuelas y las lesiones ocasionadas.

La sentencia estima la petición del Ministerio Público, que durante el juicio celebrado en su día en la Audiencia Provincial de Albacete había solicitado que se impusieran a la joven 12 años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa, con la concurrencia de la agravante del parentesco. La aplicación de esta agravante si es considerada ahora por el Supremo, aunque no afecta a la penalidad impuesta.

La resolución, de la que ha sido ponente el magistrado Julián Sánchez Melgar, rechaza que en este caso la madre tuviera intención de matar a su bebé.

Episodio de excitación y rabia

"Aunque consideramos que es un caso límite ciertamente, no lo es menos que difícilmente puede verse en la actuación descrita de la acusada la intención cierta e inequívoca de dar muerte a su propio hijo (de tan corta edad), con el que se encontraba, según ha expresado, encariñada, y a quien, superado ese episodio de excitación y rabia, terminó por seguir cuidando, dándole el biberón, ya mucho más calmada", afirma el Supremo en su resolución.

Por ello, en la duda de si Susana quería matar o simplemente herir al niño con sus "zarandeos y sopapos", que llegaron a desplazar un hueso parietal del pequeño, el alto tribunal se inclina por mantener el criterio adoptado en su día por la Audiencia Provincial de Albacete y confirma la condena por un delito de lesiones en concurso ideal con otro de imprudencia grave.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2008, en el centro Joven Alba, donde la madre vivía desde junio de ese año. La directora del centro fue la que vio que el bebé, tenía un hematoma en la cara, lo llevó al hospital, donde fue ingresado por la gravedad de las lesiones que presentaba. La tutela del pequeño, que fue declarado en situación de desamparo, la tiene la Delegación Provincial de Salud y Bienestar Social.