Unos 200 voluntarios plantan 600 ejemplares de especies autóctonas en el barranco de San Felipe (Tenerife)

El Cabildo de Tenerife, a través de la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales perteneciente al area de Medio Ambiente, y que gestiona la empresa pública Ideco, ha plantado recientemente 600 ejemplares de plantas autóctonas en el barranco de San Felipe, en Puerto de la Cruz, según ha informado en un comunicado.
NOTA DE PRENSA Y FOTOGRAFÍA: PUERTO DE LA CRUZ MEDIO AMBIENTE
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EP/TENERIFE
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El Cabildo de Tenerife, a través de la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales perteneciente al area de Medio Ambiente, y que gestiona la empresa pública Ideco, ha plantado recientemente 600 ejemplares de plantas autóctonas en el barranco de San Felipe, en Puerto de la Cruz, según ha informado en un comunicado.

La actividad fue organizada por la mencionada oficina, el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz y Cruz Roja Española y contó con la participación de unos 200 voluntarios, que procedieron a la eliminación de rabo de gato (pennisetum setaceum) y a la posterior repoblación con ejemplares de tabaibas, guaydiles, palmeras y dragos, entre otras especies.

El objetivo de esta actividad es mejorar el entorno urbano del Puerto de la Cruz, así como evitar que este espacio sea invadido nuevamente por flora exótica invasora como el rabo de gato, tartaguera y tabaco moro. Esta acción es continuación de una campaña de control del rabo de gato que se inició este año en el municipio norteño y que pretende eliminar las mencionadas plantas, ya que desplazan a las especies vegetativas autóctonas.

El pennisetum setaceum es una planta exótica de la familia de las gramíneas originaria de África nororiental y Asia occidental que se ha difundido por el resto del planeta. Fue introducida en la década de los años 60 en Canarias como planta ornamental y el principal problema es que desplaza a la vegetación propia, algo que genera los consiguientes perjuicios, sobre todo en los espacios protegidos donde se hace necesario incrementar el esfuerzo de conservación.

El rabo de gato se localiza principalmente en los márgenes de carreteras, cauces de barrancos y en terrenos que hayan sido removidos. Su expansión ha causado preocupación, no sólo por su potencial peligro para la vegetación autóctona sino también por su agresividad con los cultivos, especialmente con los viñedos.

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