Las ocho personas directamente implicadas en la reyerta entre dos grupos de etnia gitana en Valdepeñas (Ciudad Real), en la que el pasado 22 de septiembre murieron dos personas, un padre de 48 años y su hijo de 21, se encuentran en estos momentos en disposición judicial.

Así lo ha confirmado en una rueda de prensa en la Comisaría de la localidad el delegado del Gobierno, Máximo Díaz Cano, quien ha estado acompañado del jefe superior de Policía Nacional de Castilla La Mancha, Juan Carlos Ortiz.

Díaz Cano ha indicado que después de que tres personas de 19, 21 y 31 años de edad, los cuales ingresaron en prisión como presuntos autores de los crímenes, se entregaran hace varias semanas, han sido detenidas otras cinco personas.

Este segundo grupo, entre los que se encuentra un menor, han sido puestos a disposición judicial y han sido puestos en libertad con cargos por la titular del juzgado que lleva el caso.

Con las investigaciones llevadas a cabo, se ha constatado que en la reyerta hubo dos heridos, uno que ya se conocía, al que se le amputó una pierna por una herida de bala en su día, y que fue el primer detenido, aunque luego quedó en libertad provisional, y una mujer, como se ha comprobado posteriormente.

Las investigaciones se han llevado a cabo en Valdepeñas y en otras localidades y durante las mismas se han realizado seis registros domiciliarios, en los que se han requisados varias armas, tanto de fuego como blancas.

Díaz Cano, que no ha entrado a valorar las causas de la reyerta, ha recordado que, después de la pelea, se produjo el incendio de dos vehículos y el allanamiento de un domicilio.

El delegado del Gobierno ha valorado el trabajo de la Policía Nacional y ha señalado que la seguridad en Valdepeñas después del incidente ha estado garantizada con una mayor presencia policial, con refuerzos venidos de otras localidades.